Por Fernando Castellanos |
Cada Miércoles Santo, comunidades en la Costa Sur guatemalteca viven una de las tradiciones más coloridas y esperadas de la Semana Mayor: el recorrido del Pan para Judas, una práctica que mezcla fe, identidad, convivencia y sabor.
Desde hace décadas, municipios como Coatepeque, Mazatenango, Retalhuleu y otros puntos de la región organizan grupos —principalmente de jóvenes— que recorren las calles con música, matracas y un muñeco de trapo que representa a Judas Iscariote. Entre cantos y entusiasmo, visitan casa por casa pidiendo pan, miel, café y chocolate, que luego comparten en comunidad.
El origen de esta costumbre se remonta a épocas en que las panaderías cerraban durante Semana Santa, lo que motivó a las familias a hornear su propio pan. Con el tiempo, esta necesidad dio paso a una tradición profundamente arraigada.
En muchos hogares, la elaboración del pan es una ceremonia familiar. Se madruga para ganar espacio en los hornos comunales, donde se hornean canastos llenos de pan artesanal preparado con huevos, leche casera y auténtica vainilla. En otras casas se emplean ingredientes más accesibles, pero siempre se conserva el sabor que caracteriza esta época.
Los más antiguos recuerdan cómo, a mediados del siglo XX, los jóvenes salían a las calles con Judas al hombro, recogiendo pan por ambos lados de la calle. Al regresar, se reunían alrededor de una fogata para compartir lo recolectado junto a café caliente en olla de barro. La madrugada seguía entre bromas, historias y hasta travesuras, como despertar a las autoridades del pueblo. Antes del amanecer, subían al Calvario a tocar las campanas, marcando el inicio del Jueves Santo.
Hoy, aunque algunos detalles han cambiado, muchas familias siguen horneando su propio pan, y los recorridos continúan. En algunas casas se acompaña con miel de garbanzos, un dulce típico de la temporada.
El Pan para Judas no solo es pan y recorrido: es herencia viva. Una tradición que fortalece los lazos familiares y reafirma la identidad cultural de los pueblos de la Costa Sur, transmitida con orgullo de generación en generación.
Fuente: Publicación de Raíces de Xo’lab’aj, recuperado el 10 de abril de 2025