Por Fernando Castellanos |
Este 5 de junio se cumplen 187 años de uno de los episodios más trascendentales en la historia de Quetzaltenango y del occidente de Guatemala: la creación del Sexto Estado de Los Altos, dentro de la antigua Federación Centroamericana.
¿Por qué se creó el Sexto Estado?
Debido al centralismo político ejercido desde la capital de la Federación (Ciudad de Guatemala), los departamentos del Occidente —Quetzaltenango, San Marcos, Huehuetenango, El Quiché, Totonicapán, Sololá, Retalhuleu, Suchitepéquez y Soconusco— decidieron organizarse y formar una nueva entidad política. El 2 de febrero de 1838, en una asamblea convocada en Quetzaltenango, se redactó el acta donde se expusieron las razones para la separación, entre ellas:
- “…Que Quezaltenango, sin embargo de ser uno de los más sumisos y respetuosos a la ley, ha sido siempre el blanco del odio más injusto de los gobernantes…”.
- El 5 de junio de 1838, con el apoyo del caudillo liberal Francisco Morazán, se oficializó mediante decreto la fundación del Estado de Los Altos, con Quetzaltenango como su capital. Esta decisión fue ratificada por el Senado, el 16 de agosto de ese mismo año.
Bandera, escudo y legado
El Sexto Estado de Los Altos adoptó una bandera con franjas horizontales azul, blanca y carmesí, establecida el 13 de septiembre de 1838, símbolo que aún es utilizado con orgullo en conmemoraciones históricas.
Su escudo, diseñado por el entonces presidente del estado, Marcelo Molina, incluye elementos representativos como el volcán, el quetzal, un carcaj con flechas, laurel, olivo y un cielo despejado, todos cargados de simbolismo patriótico.
Fin forzado, legado vigente
Pese a su corta existencia, el Sexto Estado de Los Altos fue un proyecto con fuerte identidad regional. El 2 de abril de 1840 fue disuelto por la fuerza por tropas del Estado de Guatemala al mando de Rafael Carrera, marcando el fin de facto del Sexto Estado, aunque muchos historiadores afirman que nunca fue disuelto de derecho.
Hoy, a 187 años de aquel acontecimiento, el espíritu altense permanece como símbolo de lucha, autonomía y orgullo regional.
Con información del Lic. Erick Nufio