Por Fredy López |
María Luisa Chávez, de 65 años, originaria de Santa María de Jesús, Sacatepéquez, aprendió el tejido a los 8.
Comenta que su abuelita, Refugia Chávez, le enseñó a tejer. Ella dice que es la tercera generación de mujeres de su familia que se dedican al tejido artesanal.
![](https://i0.wp.com/stereo100.com.gt/wp-content/uploads/2023/11/HISTORIA-5-1.jpg?resize=316%2C433&ssl=1)
![](https://i0.wp.com/stereo100.com.gt/wp-content/uploads/2023/11/HISTORIA-4-2.jpg?resize=325%2C434&ssl=1)
![](https://i0.wp.com/stereo100.com.gt/wp-content/uploads/2023/11/HISTORIA-3-2.jpg?resize=313%2C431&ssl=1)
![](https://i0.wp.com/stereo100.com.gt/wp-content/uploads/2023/11/HISTORIA-2-2.jpg?resize=302%2C438&ssl=1)
![](https://i0.wp.com/stereo100.com.gt/wp-content/uploads/2023/11/HISTORIA-1-2.jpg?resize=230%2C320&ssl=1)
Cuando muere Chávez, su madre Cipriana Vásquez Díaz, le siguió guiando en este arte, estando muy agradecida con ellas por enseñarle este oficio artesanal que le ha ayudado a crear su emprendimiento e incluso a exportar a otros países sus productos típicos.
Comenta que se requiere dedicación y mucha práctica para dominar el tejido para crear las formas y figuras distintivas de la cultura guatemalteca.