Por Fredy de León |
El 2 de enero, Vicenta González Chavajay celebró su cumpleaños 100 rodeada de hijas, hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, en San Pedro La Laguna, Sololá.
Según su documento de identidad, ella nació el 2 de enero de 1922, no asistió a la escuela por decisión de su papá, Manuel González Rodríguez, quien creía que el sistema educativo atentaba contra los valores culturales a pesar de ser, en su momento y por muchos años, uno de los principales del pueblo.
Al llegar a su adolescencia «Mamá Xeel», como es llamada por cariño doña Vicenta, no heredó el oficio de su progenitora, María Chavajay Cortéz, quien fue tejedora y carnicera. Ella se dedicó a la pesca y a comercializar este producto del lago en los municipios aledaños.
Pasado el tiempo, se casó con Agapito Cortéz, uno de los más reconocidos maestros del municipio y tuvo seis hijos, de quienes tres viven, así su descendencia está conformada por 20 nietos, 32 bisnietos y 5 tataranietos.
«Mamá Xeel» pertenece a esa generación que vivió lo que hemos conocido, a través de los libros de historia, como la dictadura de Ubico y su participación como tejedora en las celebraciones del dictador, el paso del primer aeroplano por los cielos del lago Atitlán, la revolución del 44, la contrarrevolución del 54, el conflicto armado que inició en los años 60 y culminó con la firma de los Acuerdos de Paz.
Ella siempre tuvo una capacidad de relatar y conexar su memoria con estos hechos históricos. Doña Vicenta nació dos años después de la gripe española.