La recién electa presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se ha mostrado dispuesta a que se revisen los votos de las elecciones presidenciales de México, en las que fue la candidata más votada con una diferencia de 30 puntos porcentuales, según resultados preliminares, y ha aseverado que están «seguros» de su triunfo.
«Estamos seguros del resultado y de que hubo, como todos vieron, una elección libre, pacífica y democrática. Así ya lo certificaron todos los observadores electorales (…) Por ello, estamos de acuerdo en que se abran todos los paquetes electorales que se tengan que abrir», ha declarado a través de un vídeo que ha compartido a través de las redes sociales.
Sheinbaum ha recordado que su partido político ya solicitó esta medida en 2006, cuando las autoridades electorales dieron el triunfo a Felipe Calderón (2006-2012) con apenas un 0,56 por ciento de ventaja sobre el actual presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador. Entonces, solo se ordenó un recuento parcial y la Justicia ratificó la victoria de Calderón.
Estas declaraciones tienen lugar después de que la candidata de la oposición, Xóchilt Gálvez, pidiera a las autoridades electorales que abran el 80 por ciento de los paquetes. Anteriormente, tras reconocer su fracaso, anunció que impugnaría los resultados de los comicios.
Sheinbaum recabó el 60 por ciento de los apoyos, mientras que Gálvez obtuvo el 27 por ciento de las papeletas, según los resultados preliminares publicados por el Instituto Nacional Electoral. En tercer lugar figura Jorge Álvarez Máynez, con el 10 por ciento de los respaldos.
Más de 99,5 millones de mexicanos estaban llamados a las urnas en las elecciones más grandes de su historia, con más de 20.000 cargos en juego, incluida la composición del nuevo Congreso, conformado por casi 630 escaños entre Cámara de Diputados y Senado. Todo ello en medio de una campaña marcada también por la violencia, en la que han muerto asesinados una treintena de candidatos.
Información y fotografía DPA