Por Fredy López |
Nicolás Cortes, de 64 años, se dedica a la sastrería desde los 12, cuando aprendió con su tío. Trabajó varios años en la capital.
Desde hace 8 años instaló su taller en la 1ª calle, zona 3 de Quetzaltenango, barrio La Joyita.
Comenta que en sus inicios utilizo máquinas de coser de pedal y plancha de carbón, recordando que en algún momento las chispas del carbón caían sobre la tela de las prendas que elaboraba, por ello, debía tener un cuidado.
Recomienda a las nuevas generaciones que en su tiempo libre aprendan algún oficio y con ello dedicarse a las actividades productivas.