«Las fugas son muchas, tengo miedo que esto ya no soporte porque acá conmigo viven mis nietas», expresa Carmen Hernández, quien tiene su vivienda a la par del tanque de captación del barrio Garibaldi, zona 9 de Quetzaltenango.
Según la vecina, los políticos solo se recuerdan de este problema en campaña, cuando los candidatos llegan a prometer que lo arreglaran, pero ha pasado una década y la situación sigue igual.
Eufana Saquic, quien también tiene su vivienda a la par del depósito, explica que su casa tiene daños, debido a la humedad que generan las fugas.
«Hace unos meses vinieron los de la municipalidad y solo le echaron un poco de pegamento y dijeron que en julio lo van a reparar», comenta Saquic, quien se muestra desconfiada que la comuna arregle este problema que viene de varios años.
Hace unos meses atrás, cuando se dio a conocer el problema mediante una publicación de Stereo 100, la Empresa Municipal Aguas de Xelajú (EMAX) dijo que resolvería el problema en un corto plazo.
Con información de Erick Colop