Iván Duque, heredero de Álvaro Uribe, presidente de Colombia

Jun 18, 2018 | Política | 0 Comentarios

El candidato de la derecha, crítico de los acuerdos de paz, venció en las presidenciales colombianas. Enfocado en la promoción de la economía y con un amplio apoyo en el Legislativo, este el nuevo presidente de Colombia.

Abogado y economista de formación, Iván Duque del derechista partido Centro Democrático, es el nuevo presidente de Colombia. Así lo decidieron la mayoría de los votantes en la segunda vuelta celebrada este 17 de junio.

Antes de ser nombrado como candidato por el Centro Democrático, y respaldado por el senador y expresidente Álvaro Uribe, pocos en Colombia sabían de su recorrido político. En razón de las elecciones legislativas de 2014, Uribe lo invitó a formar parte de la lista de este frente político; por lo que fue nombrado senador de la República para el periodo 2014 – 2018.

Como congresista, Duque adelantó diversos proyectos de ley en áreas sociales, económicas y de emprendimiento. Entre ellas, la ley que permitió ampliar el periodo de maternidad de 14 a 18 semanas o la llamada Ley Naranja, que impulsa la economía a través de las industrias creativas y culturales.

La empresa privada, el motor económico del nuevo Gobierno

Su formación como economista es una de las claves para entender el tipo de gobierno que regirá a Colombia durante los próximos cuatro años. El nuevo mandatario privilegia el apoyo a la empresa privada y la reactivación del empleo.

‘Hacer más con menos’ es su consigna. Según su programa de Gobierno, Duque buscará reducir los gastos de la administración y hacerla más eficiente. También quiere reducir la evasión fiscal y bajar los impuestos a las empresas con el objetivo de incentivar la inversión privada y aumentar la tasa de empleo.

El economista y senador del Partido Centro Democrático, Alfredo Rangel, dijo a France 24 que uno de los retos de Duque es “reactivar la economía mandando mensajes contundentes a los inversionistas y al empresariado para que recuperen la confianza en el país”.

Duque también ha dicho que luchará para acabar la corrupción limitando los periodos de cargos de elección popular. También prometió fortalecer la seguridad del país respaldando a las Fuerzas Armadas para combatir a los grupos guerrilleros y a las bandas criminales. A la vez trabajará en el campo legislativo para prohibir la amnistía en delitos por narcotráfico, entre otros.

Las modificaciones a los acuerdos de paz con las FARC, un riesgo para unos y una necesidad para otros.

Sandra Borda, doctora en Ciencias Políticas, dijo a France 24 que el mayor riesgo del Gobierno de Duque es “que haya un retroceso del Proceso de Paz. No creo que regresemos a la guerra, pero sí que las disidencias de las FARC aumenten y que se cree un escenario de inseguridad altísimo más difícil de controlar”.

Por su parte, Alfredo Rangel considera que el pacto firmado en La Habana propició el crecimiento del narcotráfico y la impunidad de los victimarios del conflicto armado colombiano y afirma que “la revisión de los acuerdos es indispensable”.

“Quedaron mal hechos en muchos aspectos, pero el Gobierno del presidente (Juan Manuel) Santos se dio manera para implementarlos en el Congreso aunque la gente los había rechazado en las urnas”, dijo Rangel en referencia a los resultados del plebiscito que realizó Colombia para decidir si apoyaba o no los acuerdos y en el que el ‘No’ ganó con una leve diferencia.

Iván Duque, crítico acérrimo al Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

Para Sandra Borda el nuevo mandatario está “muy alineado con la oposición (venezolana), y, en general, con los republicanos en Estados Unidos” respecto a cómo deben actuar los distintos gobiernos ante las directivas política del país vecino.

El nuevo mandatario ha expresado su posición crítica frente al Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro y ha dicho que América Latina debe seguir denunciando al Ejecutivo de ese país ante la Corte Penal Internacional.

Rangel opina que Iván Duque debe asumir “el liderazgo en Latinoamérica para terminar con la dictadura de Maduro e iniciar el tránsito hacia la democracia en Venezuela”.

La figura del expresidente Uribe es altamente controversial en el país suramericano y, a pesar de que dejó el Gobierno en 2010, su popularidad e influencia sigue siendo muy alta. Antes de las consultas internas en Colombia se hablaba del futuro candidato del uribismo como “el que diga Uribe”. Después de la votación del partido y una más en la coalición de la derecha, el nombre de Duque fue ungido como el representante del ala conservadora de la política.

Álvaro Uribe es un gran elector y así lo ha demostrado en varios comicios en su larga carrera política donde ha sido alcalde, gobernador, congresista y presidente dos veces. Por eso diversos sectores de la sociedad han criticado que la administración de Duque será, en realidad, un nuevo periodo para el senador Uribe.

Sin embargo, algunos analistas creen que la victoria de Duque no se da al capitalizar los votos de Uribe sino por la aceptación de sus propuestas.

“Es una equivocación decir que todo el triunfo de Duque es atribuible a Álvaro Uribe. Uribe y el Centro Democrático llevan varias citas electorales y se puede determinar que su caudal electoral está entre el 20 y el 25% de la población. Pero estamos hablando de que Duque ha llegado a más del 50% de los votos, eso significa que su campaña logró atraer a muchos votantes que no son seguidores del uribismo», indicó Francisco Miranda, especialista en comunicación política.

Un video del senador Álvaro Uribe compartido en Internet creó polémica cuando este, en declaraciones a la prensa, felicitó a Duque por su candidatura a la “vicepresidencia”.

La alta popularidad de Uribe se debe en gran parte a que durante su mandato (2002 -2010) la economía colombiana vivió un crecimiento anual del 4% y a que el exmandatario combatió con mano dura a la guerrilla de las FARC, algo que generó en gran parte de la población una sensación de seguridad.

Pero el expresidente también fue y sigue siendo fuertemente criticado por los diversos escándalos de corrupción y violaciones a los Derechos Humanos que se desarrollaron durante sus dos gobiernos (2002 – 2010). Casos como los falsos positivos (ejecuciones extrajudiciales), chuzadas (interceptaciones ilegales a periodistas y políticos de oposición) y la probada connivencia de algunos militares con el paralimitarismo siguen a Uribe y a sus círculos sin tregua.

Después de que el uribismo demostrara su fuerza en la primera vuelta, Iván Duque también recibió el apoyo de las principales fuerzas políticas como el Partido Conservador, el Liberal, Cambio Radical y varios sectores agrarios. Los medios también lo hicieron, como el diario El Tiempo, uno de los más leídos del país.

Iván Duque tendrá un amplio apoyo parlamentario

El nuevo Gobierno contará con mayoría en el Congreso, lo que algunos ven con buenos ojos por la cómoda capacidad ejecutiva que tendrá el mandatario.

“El hecho de que el Gobierno de Duque tenga mayoría en el Congreso significará mayor viabilidad de gobernabilidad con un trámite mucho más fluido”, aseguró Alfredo Rangel.

Ante los análisis, Sandra Borda cree que Duque tendrá “demasiada libertad” a la hora gobernar: “se tratará de un Ejecutivo con unas Cortes muy debilitadas por los escándalos de corrupción y de un poder presidencial con pocas capacidades de ser restringido por los otros poderes”.

Entre las reformas a la justicia que planteó el nuevo presidente durante su campaña figuraba la de unificar en un solo organismo los siete altos tribunales del país, algo que, de llegar a realizarse, dejaría casi que sin límites el poder del nuevo ejecutivo.

Ahora que Colombia eligió al candidato de la oposición se esperan las reformas que prometió en campaña; en especial las modificaciones que le hará a los acuerdos de paz con las FARC, que finalizaron una guerra de más de 50 años y millones de víctimas.

Con información de Radio Francia Internacional

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