Por Fernando Castellanos |
En el año 2013, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sostuvo una reunión en donde se decretó al 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata de Personas.
La fecha surge con la intención de concienciar a las personas, y sobre todo a los gobiernos, acerca de la grave problemática que ha acarreado la expansión de este delito a nivel mundial.
Se estima que el 30 por ciento de las víctimas de la trata de personas son niños y el otro 70 por ciento son mujeres y niñas. Los primeros, en la mayoría de los casos, se usan para desarrollar trabajos forzosos en situaciones precarias, mientras que las segundas son explotadas sexualmente desde muy temprana edad. Eso sin contar los casos que no llegan a los oídos de nadie, debido a que se pierden entre los comerciantes de órganos del mercado negro o se vinculan con otros hechos delictivos como el tráfico de drogas.
En la actualidad más de 12 millones de personas a nivel mundial son víctimas de este delito. Existen, aproximadamente, 500 rutas de tráfico de personas y tan solo 32 de ellas se encuentran en Iberoamérica. Eso sin contar el peligro potencial que ha originado Internet y las redes sociales, específicamente, donde los traficantes tienden puentes de forma anónima con posibles víctimas, atrayéndolas hacia su red de contrabando humano.
Foto Cooperación Española












