Mientras el Congreso de Estados Unidos certificaba el lunes los resultados electorales para dar la victoria definitiva al presidente electo Donald Trump en las elecciones de noviembre, a poca distancia del Capitolio, bajo la cúpula de la Catedral de San Mateo en Washington, la Iglesia católica movía fichas y anunciaba el nombramiento del cardenal Robert McElroy para dirigir la arquidiócesis de la capital estadounidense.
En medio de una tormenta invernal el nuncio apostólico de Estados Unidos, Christophe Pierre, leyó la orden del papa Francisco para trasladar de San Diego, California, a Washington a un miembro del Colegio Cardenalicio, elevado al purpurado bajo su papado, y reconocido por sus altas credenciales académicas conseguidas en prestigiosas universidades de EEUU, y una voz activa de la Iglesia en la costa oeste.
En sus años de obispado, McElroy mostró abiertas posturas en contra de las políticas de la primera gestión del presidente Donald Trump, que asume un nuevo mandato el 20 de enero, así como de abogar por cambios en la Iglesia para hacerla más inclusiva.
Massimo Faggioli, teólogo e historiador de la Iglesia en la Universidad Villanova, en Pensilvania, considera que el Vaticano ha tomado la decisión de utilizar el liderazgo de McElroy como un contrapeso a las eventuales políticas que tomaría la administración entrante del presidente Trump, sobre todo en temas como inmigración.
“Es muy importante (…) creo que el Vaticano quiere que este tipo de líder de la Iglesia sea el arzobispo de Washington ahora que Trump está a punto de asumir el cargo, amenazando con cumplir sus promesas sobre la deportación de inmigrantes”, dijo el experto citado por el National Catholic Reporter.
Faggioli considera que este nombramiento para la arquidiócesis de Washington es sin duda “el más importante” del papado de Francisco, que evidenciaría que el mando de la Iglesia católica estaría poniendo una pieza fuerte en la capital política de la EEUU y de atención para todo el mundo.
Agrega que “un Vaticano más cauteloso” se habría decantado por otra terna para dirigir una de las arquidiócesis más importantes y diversas del país.
«Muchos de nosotros pensamos que era demasiado progresista para ser arzobispo de Washington, DC, y que nombrarlo para la capital de la nación iba a ser una declaración demasiado audaz, demasiado fuerte, porque es mucho más progresista que el centro [Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos] en materia de derechos de los homosexuales, la misión de la Iglesia, los inmigrantes, en casi cualquier tema», apuntó Faggioli.
El obispo auxiliar de Washington, el salvadoreño Evelio Menjivar, considera que hay “entusiasmo” por la noticia de la llegada del nuevo líder y que están listos para trabajar en los grandes temas con las comunidades.
“El cardenal McElroy es ampliamente reconocido por sus enfoques pastorales inclusivos, su audaz defensa de los inmigrantes y su apoyo a la visión del papa Francisco para la renovación de la Iglesia. El cardenal McElroy trae a Washington su amplia experiencia de servir a una iglesia multicultural como lo es en San Diego, y espero trabajar con él”, apunta Menjivar.
Vida y obra del cardenal McElroy
Robert W. McElroy, de 70 años, nació en San Francisco, California, y se formó en escuelas parroquiales, por lo que desde su niñez mantuvo una constante formación doctrinal, en la secundaria hizo un estudio previo al sacerdocio.
No obstante, llegado el momento de decidirse por el seminario optó por una formación humanística laica; así llegó en 1972 a la prestigiosa Universidad de Harvard, donde estudió la carrera de Historia, conseguida su licenciatura de tres años, cursó estudios de posgrado en la Universidad de Stanford y en 1976 obtuvo la maestría en Historia de Estados Unidos.
La arquidiócesis de Washington reseña en el perfil de su nuevo líder McElroy como “erudito de la historia estadounidense, la ciencia política y la teología moral”, pues en 1989 obtuvo el doctorado en Ciencias Políticas, también en Stanford.
Fue ordenado en 1980 en San Francisco, a la vez siguió estudios superiores en la Universidad Pontifical Gregoriana en Roma, Italia, donde obtuvo su titulación en teología. A la vez que siguió estudios humanísticos y doctrinales en otros centros académicos en la costa oeste de EEUU.
El papa Benedicto VI encontró méritos en el religioso y lo ascendió en 2010 como obispo auxiliar de San Francisco, cinco años más tarde fue trasladado a San Diego, como obispo.
Durante el papado de Francisco, el expediente del obispo McElroy pasó a la primera consideración del Vaticano que lo elevó al rango de cardenal en mayo de 2022 en una ceremonia en la Basílica de San Pedro en Roma, como miembro del Colegio Cardenalicio es elector para un próximo cónclave papal.
Su carrera la ha desarrollado en California donde tomaron notoriedad sus posturas a nivel nacional al oponerse abiertamente a las órdenes del presidente Donald Trump, como una voz de crítica al poder presidencial. Pero también ha señalado otros temas polémicos dentro de la Iglesia.
Por su llegada a Washington
El cardenal arribará a Washington en marzo, según confirmó a VOA la oficina de prensa de la arquidiócesis de Washington y se prevé una ceremonia de toma de posesión del cargo en la Basílica de la Inmaculada Concepción en el noreste de la capital.
Durante la conferencia de prensa virtual para anunciar su nombramiento como titular de Washington el cardenal McElroy dijo que su compromiso pastoral está en los postulados de la Iglesia y su papel en la “peregrinación terrenal” y de cara a la “unidad de la sociedad” bajo los mandamientos de la “justicia de dios”.
“Se preocupa especialmente por los no nacidos, los pobres, los marginados y los desposeídos”, como el camino de renovación continua que “permite a la Iglesia ser más participativa y misionera para que pueda caminar con cada hombre y mujer, irradiando la luz de Cristo», dijo.
Y agregó que esa luz irradia en las luchas de los movimientos por los derechos civiles que coinciden con los postulados de la fe católica.
Sobre su llegada a Washington dijo estar listo para aprender de las vibrantes y diversas comunidades que conforman la arquidiócesis de Washington que incluye al Distrito de Columbia y cinco condados del estado de Maryland, a la vez de tener jurisdicción sobre los prestigiosos centros de estudio Universidad de Georgetown y la Universidad Americana.
Sobre los inmigrantes el cardenal dijo que le place llegar a una región del país caracterizada por la diversidad de grupos y procedencias “que es tan fundamental para toda la vida de esta iglesia local, y en los ministerios a la multitud de personas que buscan y encuentran la presencia de dios en este lugar, desde América Central, México, el Caribe y América del Sur; Europa, Asia y África”.
Información Tomás Guevara / Voz de América / Fotografía LuciérnagaNica