Por Moisés Cottom |
El 28 de julio de 1914, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia, marcando el inicio de la Primera Guerra Mundial.
El asesinato del archiduque, Francisco Fernando, heredero del imperio austrohúngaro, un mes antes en Sarajevo, encendió una cadena de alianzas militares que arrastraron al mundo al conflicto.
En solo semanas, las principales potencias europeas estaban enfrentadas. El conflicto dejó más de 16 millones de muertos y redibujó el mapa político del planeta.
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