El Gobierno de Guatemala confirmó este viernes 28 de noviembre un reacomodo clave en el sector de la infraestructura nacional: el ingeniero Miguel Ángel Díaz Bobadilla deja la titularidad del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) para asumir como interventor del Ferrocarriles de Guatemala (FEGUA), mientras que la ingeniera civil Norma Zea Osorio fue nombrada como nueva ministra del CIV.
¿Qué implica el cambio?
Miguel Ángel Díaz Bobadilla liderará la modernización del sistema ferroviario nacional a través de FEGUA. El Gobierno argumenta que su perfil técnico será esencial para coordinar los trabajos —junto al Cuerpo de Ingenieros de Guatemala y con cooperación internacional— para reactivar un sistema ferroviario clave para la conectividad del país.
Norma Zea asume la cartera del CIV con la responsabilidad de tomar el control de los proyectos viales, las alianzas público-privadas (APP) y las obras de infraestructura vial y de transporte a nivel nacional.
En su trayectoria figura experiencia en planificación, supervisión técnica y ejecución de obras viales, concesiones y proyectos municipales.
Plan ferroviario y retos del CIV
El nombramiento de Díaz Bobadilla al frente de FEGUA se da en un contexto donde el Gobierno ha manifestado su intención de reactivar la red ferroviaria nacional, buscando conectar puertos, mejorar el transporte de carga y aliviar la presión sobre la red vial. Esta reactivación forma parte de un plan estratégico más amplio para modernizar la infraestructura de transporte del país.
Por su parte, la cartera de Comunicaciones —frecuentemente criticada en los últimos meses por la baja ejecución presupuestaria y retrasos en obras viales— recibe nuevamente un relevo. Según datos públicos, el presupuesto asignado al CIV en 2025 alcanza los Q7,896 millones, pero hasta el 27 de noviembre la ejecución apenas alcanzaba el 52.3 %, un nivel considerado insuficiente ante las necesidades de mantenimiento y expansión de la red vial.
El nuevo gabinete en el sector infraestructura enfrenta grandes retos:
En FEGUA, la reactivación de una red ferroviaria abandonada por casi tres décadas, con requerimientos técnicos, logísticos y de inversión elevados.
En el CIV, la necesidad de agilizar la ejecución presupuestaria, retomar obras pendientes y garantizar que los proyectos respondan a las demandas de conectividad y desarrollo territorial del país.
La combinación de ambos roles — ferroviario y vial — refleja la apuesta del gobierno por una estrategia integral de movilidad e infraestructura. Resta por ver si los cambios logran traducirse en resultados concretos.
