Con información de Fernando Castellanos.
Esta conmemoración recuerda que la violencia de género continúa siendo una realidad que deja profundas secuelas físicas, emocionales y sociales, y que exige acciones urgentes de prevención, atención y justicia. La fecha tiene su origen en un hecho que marcó la historia de América Latina.
El 25 de noviembre de 1960, en República Dominicana, fueron encontrados los cuerpos sin vida de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, asesinadas por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Su muerte conmocionó a la sociedad dominicana y, con el paso de los años, se convirtió en un símbolo global de la lucha contra la violencia ejercida hacia las mujeres.
Conocidas como “las mariposas”, las hermanas Mirabal se destacaron por su valentía y resistencia frente a un régimen autoritario que intentó silenciarlas. Durante años enfrentaron persecuciones, amenazas y hostigamientos debido a su activa participación en movimientos opositores a la dictadura.
En mayo de 1960, Minerva y María Teresa fueron detenidas junto a sus esposos y condenadas por supuestos atentados contra el Estado. Aunque posteriormente fueron liberadas como parte de una estrategia de imagen del régimen, la vigilancia y la persecución en su contra continuaron.
Pocos meses después, el 25 de noviembre, las tres hermanas fueron emboscadas, golpeadas y asesinadas brutalmente por agentes del régimen mientras se dirigían a visitar a sus esposos en prisión. El crimen, disfrazado en un inicio como un accidente automovilístico, terminó por evidenciar la brutalidad del gobierno de Trujillo y encendió aún más la resistencia popular.
En 1999, la ONU oficializó esta fecha como el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, reconociendo el legado de las Mirabal y reafirmando la necesidad de combatir la violencia de género en todas sus manifestaciones.
