Un día como hoy, pero hace 30 años, la industria tecnológica vivió una de sus mayores revoluciones: Microsoft lanzó oficialmente Windows 95, el sistema operativo que cambió para siempre la forma en que interactuamos con una computadora.
Hasta ese momento, la mayoría de usuarios trabajaban en MS-DOS o con versiones anteriores como Windows 3.1 y 3.11, que ya permitían entornos gráficos, pero estaban lejos de la experiencia intuitiva que ofreció Windows 95.
Un salto al futuro
Durante su desarrollo se conoció como Windows 4 o bajo el nombre clave “Chicago”. Fue el primer sistema en combinar tecnología de 16 y 32 bits, dejando atrás a MS-DOS como base y presentando una interfaz gráfica mucho más amigable.
Entre sus grandes innovaciones se encuentran:
La barra de tareas y el botón Inicio, que aún hoy siguen siendo parte esencial de Windows.
Compatibilidad con la función Plug and Play, facilitando la conexión de periféricos sin configuraciones complicadas.
Soporte inicial para el puerto USB, que más tarde se convertiría en el estándar universal de conexión.

Un lanzamiento histórico
El impacto fue inmediato: las ventas de Windows 95 se dispararon y millones de usuarios migraron a este sistema, consolidando a Microsoft como el gigante tecnológico que conocemos hoy.
A tres décadas de su lanzamiento, Windows 95 sigue siendo recordado no solo por su innovación, sino también por marcar el inicio de una nueva era en la informática personal y la cultura digital.













