Por Fernando Castellanos |
El 20 de septiembre de 1965 el nadador quetzalteco, Edgar Danilo López, se cubrió de gloria al cruzar el Canal de la Mancha —separación marítima entre el norte de Francia e Inglaterra—. La noticia llenó de júbilo a los guatemaltecos.
El deportista López, quien era profesor de historia y música, a sus 28 años, luchó contra la marea para cruzar los 35 kilómetros entre las dos naciones.
En la portada del matutino Prensa Libre, del 21 de septiembre de 1965, se lee: «Su valiente comportamiento hizo exclamar a Peter Frayn, observador oficial inglés. En mi vida había visto tanta valentía».
López, previo a cruzar el Canal de la Mancha, dedicó su hazaña a Guatemala por el 144 aniversario de Independencia y en especial al pueblo quetzalteco.
Hazaña
Este fue el segundo intento de López, porque antes había intentado cruzar el Canal de la Mancha en compañía del nadador, Augusto Ixquiac.
López empezó a nadar en el lado francés del canal y tardó 19 horas y 45 minutos en cruzarlo. Tocó tierra inglesa en una desierta playa próxima a Dover.
Las fuertes corrientes marinas las empezó a sentir López cuando se acercaba a tierra británica y por este motivo tardó más de tres horas en recorrer la última media milla. Durante su hazaña solo ingirió pan con mantequilla.
Peter Frayn, el observador oficial nombrado por la Asociación de Natación del Canal de la Mancha, dijo refiriéndose a López: «En mi vida, no había visto tanta valentía y decisión ante la posibilidad de un fracaso casi seguro». El quetzalteco se convirtió en el primer centroamericano en lograr esta hazaña.
Apoyo de Ixquiac
Augusto Ixquiac, al no cruzar el canal, regresó a Guatemala para recaudar fondos para que López y Edgar Rolando Castillo Rivera, jefe de la delegación quetzalteca, pudieran pagar en Inglaterra las deudas que habían contraído en su empeño de intentar por segunda vez el cruce del canal.
Ixquiac, en una entrevista para Prensa Libre en 1965, dijo que «tenían todas las ganas, pero no el dinero».
Augusto recibe la colaboración económica de Francisco Morales Hernández. La voluntad de Ixquiac se vio compensada por los fundadores de la firma J.L. Morales, quienes aportaron Q500, que en ese entonces equivalían a US$500 para que los guatemaltecos pudieran sufragar todos los gastos.
Comentario
«Él siempre fue una persona muy modesta y no le gustaba contar de esa hazaña. Era una gran persona y súper aplicado, tanto en lo deportivo como en lo profesional», expresó Rolando Amado Funes, secretario de la Asociación de Peritos Agrónomos y Forestales, amigo y exalumno de López cuando daba clases de natación en la Escuela Nacional Central de Agricultura (ENCA).
López viajó a Inglaterra junto a Ixquiac y Castillo Rivera, este último presidente de la Asociación de Natación de Quezaltenango, sin el apoyo de la Federación Nacional de Natación, porque se hizo una maratón en Quetzaltenango para recaudar fondos para costear el proyecto «Procanal de La Mancha».
«Previo a realizar este maratón se habló con personeros de la Federación de Natación de Guatemala, en ese entonces el presidente de este deporte era Manolo Cotero y Aragón, quien dijo que no ofrecía ninguna ayuda», publicó el 1 de octubre de 1994 el periódico elQuetzalteco, donde López contó los detalles del viaje.
Fuente José Rodolfo Vizcaino Freyre