El presidente colombiano Gustavo Petro cambió el martes a la ministra de Agricultura, la tercera que remueve en los últimos días luego de las carteras de Interior y Justicia, en una reconfiguración de su gabinete al acercarse a su segundo año de mandato.
De la cartera de Agricultura salió Jennifer Mojica, abogada con experiencia en la protección de los campesinos y las comunidades étnicas, e ingresó Martha Carvajalino, quien hasta ahora se desempeñaba como viceministra de Desarrollo Rural.
Desde su cuenta de X, antes Twitter, Petro le encomendó a la nueva ministra impulsar la reforma agraria y lograr un “campo productivo con justicia social”. El mandatario propuso al inicio de su gobierno que el Estado compre al menos 1,5 millones de hectáreas a precio comercial a los grandes hacendados para luego repartirlas a quienes reclaman tierras, sin embargo, recientemente admitió que están lejos de la meta con 83.000 hectáreas.
Mojica se une al ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, y de Justicia, Néstor Osuna, a quienes Petro relevó de sus funciones durante el fin de semana con agradecimientos y sin explicaciones de su decisión. La cartera de Justicia será dirigida por una experimentada jurista y excandidata a fiscal, Ángela María Buitrago; pero no se conoce quién aún será el nuevo ministro del Interior.
El relevo ministerial ocurre luego del fin de la legislatura en el Congreso, donde están pendientes varias de sus ambiciosas reformas sociales a las cuales Petro ha apostado su capital político. Fueron aprobadas la reforma de pensiones y se debatió la laboral, pero fracasó la reforma a la salud y la ley que buscaba reglamentar el sistema educativo.
Velasco había calificado de positivos los resultados en el Legislativo y asegurado que no existía un bloqueo institucional de los congresistas al proyecto político del gobierno, como lo había advertido Petro.
Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, dijo a The Associated Press que no es clara hasta ahora la intención política de Petro al hacer cambios en el Ministerio de Justicia —dado que se cree que se dio por razones personales— y en Agricultura.
Sin embargo, consideró que el hecho de que se haga en el cambio de legislatura sugiere que Petro busca influir sobre el Congreso, por lo que “será fundamental conocer el futuro ministro del Interior”.
Petro no cuenta con mayorías aseguradas en el Parlamento aunque ha demostrado ser capaz de conseguir suficiente apoyo con algunas iniciativas estructurales como la reforma al sistema de pensiones.
Javier Garay, doctor en Ciencia Política y docente de la Universidad Externado de Colombia, consideró que Petro está conformando un gabinete “más de activistas y leales que no hagan críticas ni lo contradigan”.
El docente indicó que no está claro si estos cambios ayudarán a persuadir al Congreso de aprobar sus reformas, sobre todo después de escándalos de presunta corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, donde un exempleado denunció supuestos sobornos a congresistas para que favorecieran las reformas.
Al advertir desde el 14 de junio que haría cambios en su equipo, Petro explicó a la prensa que evalúa a sus ministros por el impacto positivo que han tenido sus programas de gobierno en la gente y no por la ejecución presupuestal que hayan logrado, la cual ha sido baja con respecto a gobiernos anteriores y se ha ido elevando en los últimos meses tras críticas de sectores opositores.
La anunciada renovación de parte del gabinete generó tensión y provocó que varios de los ministros defendieran su gestión públicamente, entre ellos la saliente líder de Agricultura y el ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
Información Voz de América