Por Fernando Castellanos |
El 1 de mayo la Iglesia Católica celebra la Fiesta de San José Obrero, patrono de los trabajadores, fecha que coincide con el Día Internacional del Trabajo.
Esta celebración litúrgica fue instituida en 1955 por el Siervo de Dios, Papa Pío XII, ante un grupo de obreros reunidos en la Plaza de San Pedro, en El Vaticano.
El sacerdote pidió en esa oportunidad que “el humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual, sea también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias”.