Con información de Fernando Castellanos.
En el año 1981 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) promulgó el 21 de septiembre como el Día Internacional de la Paz, una fecha dedicada a conmemorar los ideales de paz de cada pueblo y cada nación, con especial énfasis en el desarrollo social y económico de las naciones en diversas facetas: pobreza, hambre, salud, educación, cambio climático, igualdad de género, agua, saneamiento, electricidad, medioambiente y justicia social.
Posteriormente, en el año 2001 la Asamblea General decidió designar este día internacional como Jornada de No Violencia y Alto al Fuego. La celebración de esta efeméride se sustenta en el artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos «Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona», sentando las bases para la libertad, la justicia y la paz en el mundo.
En el Día Internacional de la Paz la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra campañas anualmente a nivel mundial, cuyo tema principal es la paz.
En el marco de la pandemia por COVID-19 es importante generar alternativas acerca de cómo ayudar a las personas a recuperarse y fomentar la resiliencia, haciendo de nuestro planeta un lugar más justo, equitativo, sostenible y saludable.
El 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer, proclamado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y auspiciado por Alzheimer’s Disease International (ADI). La enfermedad de Alzheimer se considera la nueva epidemia del siglo XXI. Se estima que para el año 2050 el número de personas con alzheimer ascienda a 131.5 millones.
Como objetivo general del Día Mundial del Alzheimer es tratar de concienciar sobre esta enfermedad, que afecta no solo a los pacientes sino también a los cuidadores directos y familiares. Por el momento no hay una cura para la enfermedad, pero si se pueden realizar rutinas y actividades para retrasar el deterioro que causa la misma.