Ángel Rivero llegó hace dos semanas a Guatemala con su esposa e hija. Tres meses atrás habían emprendido desde su natal Colombia una travesía repleta de las adversidades que encaran la mayoría de las personas que migran de manera irregular en busca de una vida mejor.
«Desde septiembre [estoy] viajando y todavía no he llegado a México, desde que salí de Turbo, Antioquia, allá en Colombia», dice Rivero, que carga en sus hombros a su pequeña hija mientras responde preguntas a la Voz de América.
«La gente nos discrimina mucho porque piensa que uno es un vago, pero no, nosotros somos echados pa’ adelante buscando trabajo», afirma el migrante colombiano al tiempo que intenta mantener el equilibrio mientras la niña se balancea con un juguete y un banano en sus manos.
En Ecuador, una escena similar protagoniza Mariana López, quien a sus 61 años lamenta despedirse de su familia para migrar por segunda vez a España, donde vivió entre 2001 y 2013. «Me da mucha pena, mucho dolor, mucha tristeza tener que dejarlos otra vez», dice poco antes de abordar su avión rumbo a Europa. «No estamos bien, no estamos seguros aquí con tanta delincuencia y por la edad que uno tiene tampoco ya le dan trabajo. Entonces nos toca emigrar», afirma.
Rivero y López son apenas dos ejemplos de una crisis global visible desde el año 2000, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante. A 24 años de que los flujos migratorios globales comenzaran a preocupar a los líderes del mundo, la crisis no ha hecho más que crecer debido al incremento de los desplazamientos masivos de personas que huyen para salvar sus vidas de las guerras y los desastres naturales.
La cifra de desplazados este año superará los 120 millones de personas, de acuerdo con el más reciente informe sobre Tendencias mundiales, publicado por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en junio de 2024.
¿Qué dice el segundo Informe Periódico Mundial de la OIM?
Basado en los datos recopilados en 33 de los contextos de desplazamiento más problemáticos del mundo, junto con estudios de casos centrados en desplazados internos en nueve países, el segundo Informe Periódico Mundial sobre desplazamiento interno 2024 (Progress24) identificó los factores que influyen en las decisiones que toma una persona una vez que decide desplazarse para evadir conflictos, desastres y procurar mejores condiciones para ellos y sus familias.
«Queremos aumentar la autosuficiencia de las personas desplazadas internamente, por lo que las opciones de esas personas –ya sea regresar a sus hogares, reasentarse en otro lugar o integrarse localmente– deben ser el centro de nuestro trabajo para encontrar soluciones duraderas al desplazamiento», dijo al presentar el informe la directora general de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), Amy Pope.
El estudio, elaborado de conjunto con la Universidad de Georgetown, concluyó que «cuando las opciones que necesitan los desplazados no están disponibles, su progreso hacia la estabilidad puede ser frágil y de corta duración».
El principal hallazgo del informe Progress de este año revela la intención generalizada de los desplazados internos de permanecer donde están. Los investigadores determinaron que los factores que impactan las decisiones de los migrantes incluyen cuánto tiempo han estado desplazados y por qué. También impactan las garantías para la seguridad personal y las oportunidades disponibles de conseguir el sustento económico para vivir.
«Tragedias evitables»
Entre 2000 y 2014 se registraron cerca de 70.000 muertes y desapariciones de migrantes. Solo el año pasado murieron unos 8.600 personas mientras buscaban llegar a sitios seguros.
“Cada una de estas muertes es una tragedia evitable”, ha dicho Amy Pope, directora general de la OIM y coordinadora de la Red de las Naciones Unidas sobre la Migración.
¿Por qué mueren o desaparecen migrantes y cómo evitarlo?
Las principales causas directas de las muertes de migrantes son el ahogamiento, los accidentes, la violencia, las condiciones ambientales adversas y la falta de acceso a atención médica, alojamiento, alimentos y agua, de acuerdo con la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
El organismo indica que las desapariciones de migrantes se deben en parte a la incapacidad de comunicarse con las familias o a la falta de identificación de los fallecidos. LA OIM apunta a que algunas decisiones políticas y el acceso limitado a vías seguras y regulares también incrementan las muertes y las desapariciones de personas que intentan migrar.
Un informe del Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, recomienda medidas concretas para reducir las muertes y desapariciones de migrantes, entre ellos la necesidad de proporcionar acceso a los actores humanitarios para que asistan a quienes se encuentran en peligro y mejorar la recopilación de datos sobre las personas desaparecidas.
Las recomendaciones se incluyen en el informe de 2024 sobre la implementación del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular (GCM). El reporte, que se publica cada dos años, destaca los avances, las brechas y las oportunidades, y ofrece recomendaciones concretas para avanzar en los compromisos del GCM y mejorar la gobernanza de la migración.
¿Qué está ocurriendo en América Latina?
América Latina enfrenta uno de los procesos migratorios más complejos a nivel mundial, ya que un número récord de personas se desplazan a otros países en busca de protección, reunificación familiar o mejores oportunidades económicas, lo que las expone al riesgo de desaparecer por diferentes razones y de morir sin que sus familiares tengan noticias de ellas.
Una cifra récord de menores migrantes no acompañados y separados de sus padres transitaron por distintos puntos de América Latina y el Caribe en lo que va de 2024, de acuerdo con un reciente reporte elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés).
La institución alertó en su informe sobre el peligro a que se ven expuestos estos niños, al quedar a merced de la explotación sexual, el tráfico humano y la violencia, por lo que hizo un llamado para la recaudación de más de 800 millones de dólares para protegerlos a ellos y sus familias.
Venezuela, la nación sudamericana sumergida en una severa crisis política, económica y social, es uno de los países con mayores flujos de emisión de migrantes irregulares.
Pacto Mundial para la Migración
El tercer informe del Secretario General de la ONU sobre la aplicación del Pacto Mundial para la Migración presenta recomendaciones clave sobre la prestación de asistencia humanitaria a los migrantes en peligro y el fortalecimiento de la cooperación en relación con los migrantes desaparecidos.
Propuestas concretas buscan evitar que los migrantes mueran o desaparezcan, mejorar las labores de búsqueda e identificación, apoyar a las familias afectadas, proporcionar justicia, rendición de cuentas y reparación, recopilar datos sobre las muertes y desapariciones de migrantes y compartir datos de previsión de la migración para optimizar la asistencia humanitaria.
El informe reconoce que se han logrado avances importantes en los últimos años, como la integración de la migración en los planes nacionales de desarrollo y la ampliación de vías seguras y regulares para la migración. Sin embargo, pone de relieve desafíos persistentes y graves que exigen atención urgente.
Las rutas de migración irregular siguen exponiendo a los migrantes a graves riesgos, de acuerdo con el informe, lo que aumenta su vulnerabilidad a la explotación, el abuso o pone en peligro sus vidas. El documento también valido que muchos migrantes se enfrentan a obstáculos para acceder a servicios esenciales, como la atención sanitaria y la educación. «Las narrativas y los estereotipos nocivos sobre la migración y los migrantes socavan los esfuerzos por proteger su dignidad y sus derechos».
El impacto del desplazamiento interno
Más de 58,5 millones de personas están actualmente desplazadas dentro de sus propios países en todo el mundo, de acuerdo con un estudio publicado por el Instituto de Datos Mundiales de la Organización Internacional para las Migraciones. Al menos un 60 % de las personas desplazadas internamente por conflictos o desastres preferirían quedarse en los lugares en los que se encuentran actualmente en lugar de regresar a sus comunidades de origen, expone la investigación.
De hecho, el 96 % de las personas desplazadas por los desastres durante más de cinco años desea quedarse donde está. «La seguridad emerge como el determinante de mayor relevancia», recoge el estudio. A la vez, las oportunidades económicas también se vuelven cada vez más cruciales con el tiempo para las personas que se ven obligados a salir de sus hogares. Para personas desplazadas por cinco años o más, el 25 % cita a los medios de subsistencia y al empleo como su principal prioridad, en comparación con el 18 % entre quienes fueron desplazados por menos de un año.
«Si bien las personas desplazadas por conflictos pueden considerar la opción de regresar con mayor frecuencia que las desplazadas por desastres, los factores subyacentes siguen siendo consistentes a través de los diferentes contextos – seguridad, estabilidad y oportunidades de medios de subsistencia, son fundamentales», advierte la investigación publicada por OIM.
Información Voz de América