El gobierno de Colombia anunció que la deforestación en el país se redujo un 36 %, una cifra que representa un mínimo histórico por primera vez en el siglo XXI: pasando de 123.517 hectáreas deforestadas en 2022 a 79.256 hectáreas en 2023.
El área de la Amazonía colombiana, que representa un tercio de toda la Región Amazónica y es considerada el pulmón verde del mundo por su capacidad de absorción de millones de toneladas de dióxido de carbono, la deforestación se disminuyó en un 38 %.
“La reducción en la Amazonía es precisamente la cifra que empuja a la reducción de la deforestación de todo el país y es una tendencia en la que nosotros sabemos que es así, por lo tanto, seguimos enfocando los esfuerzos allí”, declaró la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, ante los medios.
“Es por primera vez una cifra que se reduce sustancialmente por debajo de las 100.000 hectáreas y es un año realmente icónico en esta lucha contra la deforestación”, agregó al respecto.
¿Cómo se alcanzó reducir las cifras?
El éxito en la reducción de la deforestación se atribuye a varias estrategias implementadas por el presidente Gustavo Petro, que prometió hacer una protección “profunda” del medio ambiente como una de las políticas principales de su gobierno.
Entre ellas, la creación de reservas con comunidades indígenas y campesinas, triplicando los incentivos para las familias comprometidas con la conservación de los bosques y el fortalecimiento institucional en los territorios.
En ese sentido, recalcó que el 85 % de los acuerdos firmados se cumplen, lo que «motivó a que más familias ingresarán a los acuerdos».
Para Camilo Puerto, profesor especializado en cambio climático de la Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia, los avances en las conversaciones de paz que ha logrado el ejecutivo colombiano con los diferentes grupos armados en el marco de su política de “paz total”, han contribuido a lograr este descenso histórico en las cifras.
“La reducción de la deforestación en 2023 es una magnífica noticia, no solamente porque reducimos emisiones de gases de efecto invernadero producto de la deforestación que sigue siendo la causa en el país de emisiones de efecto invernadero, sino porque a su vez se detiene la destrucción a la biodiversidad”, dijo Prieto en conversación con la Voz de América.
Prieto apunta a que “la puesta en marcha de acuerdos con los diferentes grupos armados en el marco de la política de paz total redujeron la presión sobre los bosques primarios y nos queda la lección de que sí es posible reducir estas cifras donde operan estos grupo.
Sin embargo no hay que confiarse y se deben incrementar los esfuerzos para controlar la deforestación en 2024 que está presentando un aumento de acuerdo a datos oficiales”, señaló.
Los retos para que las cifras continúen disminuyendo
Colombia, que será sede de la Cumbre Mundial del Clima, COP 28 en octubre en Cali, y apunta a ser un referente global en la lucha contra la deforestación, afronta un panorama poco alentador de acuerdo con las cifras registradas para el primer semestre de 2024, que no parecen tan favorables a las de 2023.
Según el Ministerio de Ambiente de Colombia, el desplazamiento forzado de campesinos en algunas zonas del país, donde se ha presentado un recrudecimiento del conflicto por la fuerte presencia de organizaciones armadas, ha provocado un aumento del 40 % en la deforestación.
“El proceso de construcción hacia la paz y acuerdos de una economía forestal siguen siendo las claves para avanzar hacia ese propósito de disminuir la deforestación y estas cifras de 2023 son una buena noticia, pero definitivamente no podemos decir que la batalla está ganada porque seguimos enfrentando las economías ilícitas y la inestabilidad de las diferentes mesas de negociaciones de paz”, enfatizó Muhamad.
Dentro de las principales causas asociadas a la deforestación se encuentran los cultivos ilícitos, la minería ilegal y la tala de árboles asociados al acaparamiento de tierras, principalmente para la ganadería extensiva.
“Es indispensable que se persista en lograr acuerdos con los habitantes de estas zonas y también con estos grupos armados ilegales, ya sea a través de acuerdos a los que quieran acogerse por medio de la negociación o con medidas de confrontación militar con estas organizaciones armadas que no estén dispuestas a vincularse a negociaciones”, concluyó Prieto.
Información Liz Castrellón y Camilo Álvarez / Voz de América