El demócrata Tim Walz y el republicano J.D. Vance se encontrarán cara a cara por primera vez este martes para el único debate vicepresidencial que verá el público a un poco más de un mes para las elecciones en Estados Unidos. La economía, la inmigración y los derechos reproductivos serán clave en la conversación.
Este evento presentado por CBS News ofrecerá a Walz y Vance una nueva oportunidad de presentarse, responder por las propuestas de Kamala Harris y Donald Trump, y defender sus historiales como servidores públicos.
Walz, de 60 años, es el actual gobernador de Minnesota. Vance, de 40 años, es senador por Ohio. Las posiciones de ambos en temas clave para los votantes estadounidenses son completamente opuestas y reflejan directamente las de sus compañeros de fórmula.
El importante rol de la inmigración
La inmigración se ha posicionado como uno de los temas más importantes para los votantes estadounidenses. Harris y Walz han buscado mostrar que implementarían medidas para “asegurar” la frontera suroeste mientras reflejan a sus oponentes como racistas y antiinmigrantes.
En su récord personal, Walz no ha sido una voz decisiva en discusiones sobre inmigración. Sin embargo, como gobernador, firmó varias leyes a favor de los inmigrantes indocumentados para proveerles seguros médicos o permitirles tener una licencia de conducir.
Trump y Vance han dedicado gran parte de sus esfuerzos de campaña a criticar a la actual administración por el manejo de la migración irregular. Fue precisamente el candidato republicano a la vicepresidencia quien inició el falso rumor de que inmigrantes haitianos en Ohio estaban “comiéndose a las mascotas”.
Trump hizo referencia a este rumor durante su debate contra Harris el pasado 10 de septiembre. Las autoridades de Springfield han intentado acallar la desinformación diciendo que no hay informes creíbles ni detallados al respecto.
Como casi todos los republicanos de alto perfil, Vance dice que el gobierno federal debe inundar la frontera entre Estados Unidos y México con personal y recursos para detener el flujo de inmigrantes que ingresan al país de manera irregular.
Una encuesta reciente de The Associated Press y el Centro NORC encontró que aproximadamente la mitad de los votantes registrados tienen una opinión algo o muy desfavorable de Vance, en comparación con aproximadamente 3 de cada 10 votantes que tienen una opinión negativa de Walz.
En otros temas clave como los derechos reproductivos, Walz se ha mostrado como un “aliado” de quienes apoyan el acceso el aborto, haciéndolo legal en su estado. Además, ha criticado los esfuerzos de restringir la fertilización in vitro. Vance, por su parte, es un crítico directo del aborto y ha dicho estar a favor de una prohibición nacional.
Peter Loge, director de la Escuela de Medios y Asuntos Públicos de la Universidad George Washington, aseguró en comunicación escrita que Walz se enfrenta al reto de “presentarse a los votantes” y “reforzar su imagen de persona normal que entiende los desafíos que enfrentan muchas familias”.
Mientras Vance, “tiene que contrarrestar su imagen de racista y extremista, o contar con esa imagen para ayudar a conseguir los votos que él y el expresidente Trump necesitan para ser elegidos”.
¿Cuáles son las reglas?
El debate comenzará a las 9 de la noche hora del este de EEUU y se extenderá por 90 minutos. Este será moderado por la presentadora de «Evening News» de CBS, Norah O’Donnell, y la moderadora de «Face the Nation», Margaret Brennan.
Al igual que el debate presidencial entre Harris y Trump, los candidatos a la vicepresidencia debatirán sin un público presente y permanecerán de pie detrás de atriles durante todo el evento.
No se permitirán accesorios ni notas escritas previamente en el escenario. Sin embargo, una diferencia importante es que durante este debate los micrófonos permanecerán encendidos aún cuando no sea el turno de hablar de un candidato. CBS News detalló que se reserva el derecho de apagar los micrófonos de Walz o Vance “si los moderadores lo ven necesario”.
El debate no tendrá declaraciones de apertura de los candidatos e irá directamente a las preguntas para las que cada uno tendrá dos minutos para contestar. Adicional, tendrán un minuto para replicar a su contrincante.
Un sorteo determinó que el republicano Vance ofrecerá las últimas declaraciones del debate. Este se ubicará al lado derecho del escenario mientras que el demócrata Walz estará a la izquierda.
Ambas campañas han asegurado que los candidatos se prepararon extensamente para el debate. Vance, por su parte, estuvo en su casa de Cincinnati, Ohio, practicando junto a su esposa y un asesor de campaña de Trump. Mientras, Walz y su equipo hicieron “simulaciones” de debate en un área rural de Michigan.
El vicepresidente en EEUU no es únicamente el sucesor del presidente en caso de éste no poder ejercer su posición, sino también ejerce como presidente del Senado y puede emitir votos decisivos si algún proyecto de ley alcanza un empate. Harris, como vicepresidenta, ha tenido que emitir este tipo de voto unas 33 veces.
En 2020, Harris debatió con el entonces vicepresidente republicano Mike Pence.
Una de las razones por las que el debate Walz-Vance podría tener más peso que el debate de hace cuatro años, según los expertos, es que en esta ocasión Harris y Trump compartieron escenario solo una vez. Eso significa que el martes puede ser la última oportunidad antes del día de las elecciones para que los votantes vean a las dos fórmulas enfrentarse directamente.
La sede del debate, Nueva York, es considerada un “bastión” demócrata y además, es el antiguo hogar de Trump, quien allí mismo fue declarado culpable por un jurado de influir ilegalmente en las elecciones de 2016 a través de pagos para silenciar a una actriz porno.
Información Salomé Ramírez Vargas / Voz de América