Por Fredy López
David Alonzo, encargado de la Farmacia San Martín, cuenta que lleva alrededor de 25 años trabajando en distintas farmacias de antaño en Quetzaltenango.
Alonzo inició a los 17 años y comenta que para usar bata para atender una farmacia había que ganárselo con una evaluación en el Centro de Salud.
Dice que la farmacia de antes era muy específica, ética y exigente por las recetas que enviaban los médicos.
Una receta se preparaba en la farmacia para los pacientes agregando la cantidad de gramos que el médico solicitaba para crear el medicamento.
Trabajó también en farmacias que ya no funcionan, entre ellas, Rosario y Moreno, las cuales llegaron a tener una trayectoria de hasta 100 años.
Un detalle que resalta es que las farmacias de antaño no improvisaban a su personal y tampoco lo cambiaban seguido.
David comenta que trabajar en las farmacias de antaño era dedicación y responsabilidad con los pacientes, pero más que todo estar dispuesto a absorber esa experiencia necesaria para desarrollar un trabajo óptimo.