Por Fredy López |
Daniel Caño Domingo, poeta maya q’anjob’al, nace en 1967 en el municipio de Santa Eulalia, Huehuetenango.
El poeta comenta que su primera experiencia en la poesía fue cuando cursaba la primaria, en el Día de la Madre, cuando recitó un poema en un idioma, que él comenta, no entendía, frente a un público grande, siendo una experiencia traumática.
En la secundaria un profesor lo introdujo en el conocimiento de la literatura guatemalteca como el Popol Vuh, Chilam Balam y Anales de los Kaqchikeles, y también en libros de autores nacionales, entre ellos, Otto René Castillo y Miguel Ángel Asturias. A nivel internacional leyó a Pablo Neruda.
En 1986 inicia a escribir algunos poemas propios y su primer poema en q’anjob’al se llama Enseñanzas de mi abuela, siendo la escritura una forma para admirar la belleza de la vida.
En el 2011 realiza su primer libro titulado Oración salvaje, publicado por el Ministerio de Cultura y Deportes (MCD).
Su libro más reciente se llama Piel de Durazno, que es una colección de poemas románticos. En la actualidad, con 56 años, trabaja en otro libro que se llama Hojas Sueltas.
