Una humilde vivienda, la inmensidad del altiplano y el cielo azul intenso en una zona rural del sur de Bolivia es la locación de “Utama”, una película que relata una historia de amor conmovedora en medio de una problemática real: la crisis climática.
En este film que es ópera primera del director Alejandro Loayza Grisi, el tiempo se mueve lento, los animales carecen de alimentos, el grifo permanece seco, pero la espera por la lluvia es irrenunciable.
La situación que aborda “Utama” alcanza a comunidades de varios países de la región que desde hace años ven cómo el cambio climático y el paso del tiempo están causando estragos.
“Quisiera que la película ayude a concientizar un poco más a la gente y saber que esto es algo inminente, inevitable y que tenemos que prepararnos como sociedad para recibir a quienes vayan a ser posibles migrantes climatológicos”, explicó Loayza en entrevista con la Voz de América.
Loayza produjo anteriormente el documental “Planeta Bolivia”, que le permitió viajar por todo el país y conocer de cerca varias temáticas ambientales.
“Es importante ser conscientes de esto en las ciudades, especialmente donde tenemos comodidades: vamos al supermercado o mercado para tener alimentos, abrimos el grifo y tenemos agua”, explicó.
Personajes de la vida real
Luisa Quispe (Sisa) y José Calcina (Virginio) es la pareja de ancianos protagonistas de Utama.
En la vida real tienen 49 años de matrimonio, siete hijos y sin imaginarlo de un momento a otro se volvieron actores, aunque realmente no tuvieron que actuar mucho porque solo reflejaron cómo es su cotidianidad en el pueblo Santiago de Chuvica, en el departamento de Potosí, donde se desarrolla el largometraje.
A estos dos personajes se suma Santos Choque, un joven boliviano que interpreta al nieto de la pareja y cuyo talento ha sido reconocido recientemente con el premio a mejor actor de reparto en el Festival Internacional de Cine de Beijing. Un logro que, como cuenta: “No me lo esperaba”.
Hasta la fecha, “Utama”, que significa “nuestro hogar” en aimara, ha cosechado varios reconocimientos en festivales internacionales y tanto el público como los críticos destacan, además de la trama, a los personajes.
Pero el elenco no fue una tarea fácil, dice el director.
“Encontrar a personas octogenarias que hablen dos idiomas y que también sepan actuar no era sencillo, por eso decidimos ir por el camino de la naturalidad. Ha sido muy lindo el proceso y ha valido la pena esa decisión porque también hemos incluido a la comunidad y ellos pueden sentirse dueños”.
Galardonada
“Utama” ya es la película boliviana más premiada de los últimos años, porque suma hasta la fecha unos 29 reconocimientos en festivales internacionales, y fue elegida para representar a Bolivia en la preselección de candidaturas para los premios Oscar y Goya de 2023.
Es una coproducción de Bolivia, Francia y Uruguay, que contó con el respaldo de Ibermedia.
Reciénteme se estrenó en las salas de cine de Bolivia con una gran aceptación del público.
“Es muy especial para mí, hay mucho sentimiento y cosas personales. Estoy con esta película hace cinco años y es importante contar historias con tus propios personajes, tus propias problemáticas”, describió Alejandro Loayza.
Información Fabiola Chambi / Voz de América
