Nuevamente, los familiares de los políticos encarcelados por el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua denunciaron que sufren abusos en la cárcel de Managua conocida como “El nuevo Chipote”.
En solo la tercera visita a sus seres queridos tras más de cinco meses de aislamiento, los familiares afirmaron que los presos son sometidos aconstantes interrogatorios, aislamiento en penumbra, hambre y agravamiento de sus enfermedades crónicas.
Todo esto cuando las leyes nacionales establecen el derecho a una visita semanal.
Dolly Mora, coordinadora de la Alianza Universitaria Nicaragüense, declaró a la Voz de América que las condiciones de sus compañeros detenidos se agravan a medida que permanecen aislados y sin un proceso judicial correcto.
“Seguimos denunciando las condiciones inhumanas que pasan los presos políticos en el Chipote”, dijo. «Nos siguen demandando el tema de la alimentación, que es muy poca, que es de muy mala calidad. También nos expresaron que los sacan al sol una o dos veces a la semana”.
Sin embargo, agregó que envían el mensaje de “que no desfallezcamos, que sigamos en la lucha”.
El Gobierno no responde a los requerimientos internacionales para la liberación de estos presos políticos y Ortega habla de ellos como “traidores a la patria”, mientras la Asamblea Nacional no ha considerado este caso en ningún momento de sus sesiones.
En otro testimonio sobre la situación de estos presos políticos, Blanca Meza, tía del líder universitario Max Jérez, comentó sobre su situación.
“Él estuvo en malas condiciones en la cárcel, aislado por más de dos meses y estuvo enfermo que no podía ni caminar. Tuvo las piernas entumecidas, hasta que por fin lo asistió un médico. Él manda a decir que siempre lo están interrogando en la madrugada”.
De los presos políticos, capturados en la última antes de las elecciones del 7 de noviembre, 31 de ellos comparten celdas en el nuevo Chipote.
Sin embargo, cuatro mujeres, que son Dora María Téllez, Tamara Dávila, Ana Margarita Vijil y Suyén Barahona, integrantes de la Unión Democrática Renovadora «Unamos», permanecen en total aislamiento en celdas de confinamiento solitario desde que fueron apresadas hace más de 159 días.
“Nosotras ya hemos venido diciendo que hay un riesgo inminente a la vida de ellos y claro que esto aumenta nuestra preocupación”, dijo a la VOA Ana Lucía Vijil, hermana de Tamara Dávila y sobrina de Margarita Vijil.
Según la acusación de la fiscalía, la mayoría de los considerados presos políticos cometieron el delito de traición a la patria, tipificado en la Ley 1055, conocida como la “Ley de Soberanía”.
Información y fotografía Voz de América