La promoción y protección de los DDHH ha sido una de las mayores preocupaciones para la ONU desde 1945, fecha en la cual los países fundadores, acordaron impedir que los horrores de la Segunda Guerra Mundial se reproduzcan.
En 1948, en la Declaración Universal de DDHH, la ONU declaró que el respeto a los ddhh y a la dignidad de la persona humana «son los fundamentos para la libertad, justicia y paz en el mundo». En 1950 se declara cada 10 de diciembre como Día de los Derechos Humanos.
La Declaración Universal de Derechos Humanos declara los derechos inalienables inherentes a todos los seres humanos, sin distinción de raza, religión, sexo, idioma, opiniones políticas, etc. y está disponible en más de 500 idiomas. Es uno de los textos más difundidos; sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas revela su desconocimiento de una gran parte de la población de sus derechos básicos como seres humanos.
A pesar de que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ha sido reconocida como el proceso más participativo de la historia de Naciones Unidas, sus objetivos son la lista de tareas pendientes que todos los países tienen para acabar con la pobreza, reducir las desigualdades y hacer frente al cambio climático. Hay avances, pero lamentablemente para la velocidad del mundo, no son suficientes; más aún, el atraso es evidente a causa de la pandemia.
Los derechos humanos han existido desde que existe la vida humana; es decir, antes de la existencia de los Estados. Sin embargo, el concepto, la teoría y los tratados escritos no distan de años atrás. Tratadistas, académicos, gobiernos, periodistas, abogados, sociólogos, filósofos, y cuanto otra profesión de las ciencias sociales se imagine, han elaborado “su” concepto de derechos humanos, de acuerdo obviamente, a su conveniencia y sus intereses. Para los gobiernos y dependiendo de sus líderes, el concepto tiende a variar.
Para la revalorización de los DDHH, estos deben de ser concebidos desde una perspectiva humanista que nos invite a pensar y reflexionar sobre la misión de la persona para con su prójimo. Una revalorización de los mismos, que nos lleve a seguir trabajando en favor de los sectores sociales que sufren miseria, injusticias, atropello, discriminación; sectores, que se ven privados de vivir en Dignidad bajo los principios de libertad e igualdad. Diferentes sectores de las sociedades acusan de que en nombre de los «derechos humanos» los activistas y académicos lucran con el dolor de otros; acusan, que bajo los «derechos humanos» se esconden personas extremistas que son capaces de hacer desestabilizar a los Estados.
Conocer la teoría de los derechos humanos no es suficiente para afirmar que somos defensores de los mismos. Lo más importante es, practicar esos derechos humanos cada día y con todas las personas, bajo los principios de solidaridad y sensibilización, hasta lograr la plena realización del ser humano.
Hasta la próxima semana.
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