Orfandad histórica

por | Jul 21, 2023 | Opinión | 0 Comentarios

La lucha democrática de nuestro tiempo requiere de claridad ideológica para poder identificar a los enemigos de la libertad y la construcción de la nueva ciudadanía, se requiere de la historia para poder determinar las turbulencias que han aquejado nuestro país a través de los golpes de Estado provocando el rompimiento del tejido social. 

El sometimiento de nuestros pueblos inició desde la llegada de los castellanos quienes impusieron un sistema de dominación para imponer su forma de ver el mundo, borrando de un solo tajo la historia de miles de años de nuestros antepasados mayas, quienes habían construido un sistema cultural y educativo que se ha invisibilizado hasta nuestros días.

Somos una sociedad sin historia que se incubo con el pasar de los años para poder provocar diferentes miradas, estudios incompletos y libros por encargo que presentan la historia de la sociedad y cultura humana sin interrelaciones e interdependencia en el tiempo y espacio. Se impuso una arista basada en el racismo para la construcción de la historia de Guatemala.

La generación actual expresa muchas veces que la historia está cerrada y consumada, en otros espacios se cree que el espacio esta abierto para la discusión a fin de evitar ser huérfanos y creer que como en toda película es el peninsular y sus herederos son los únicos protagonistas, manteniendo la tesis que son los blancos quienes tienen la supremacía, es necesario recordar que las evidencias estratigráficas,  documentales y  monumentos fechados demuestran la alta cultura de nuestros pueblos en el ámbito mesoamericano. 

La sociedad en la que coparticipamos y convivimos en la nación guatemalteca debemos tener claro que la historia la llevamos en nuestras venas consciente o inconsciente, en nuestra forma de ser, sentir, pensar, hacer y hablar, la identificamos en nuestra forma de vestir, en la música, gastronomía y en cada espacio que convivimos. Es la gran herencia que debemos develar para interconectar y entrelazar la historia.

Sin embargo, el sistema se empecina en mantener una historia colonizada, con el fin de prevalecer y mantener su hegemonía, para ello utiliza todos los medios a su alcance separando la teoría de la práctica, dándole mayor importancia a las materias educativas que construyen conocimiento parcial y disperso.  

La colonización de la historia se expresa en la imposición de una única mirada del universo, lo que permite la dominación institucional, legitimando al superior y menospreciando al inferior, las relaciones que hoy vivimos en el ámbito social, cultural, político y económico son construcción de la ideología colonial. Debemos conocer la Historia verdadera de Guatemala, analizar sus raíces objetivamente desde la cosmovisión de los pueblos que coexistimos para evitar la orfandad sistémica.

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