Por Fredy López |
El 20 de noviembre de 1876 se creó la Universidad Autónoma de Quetzaltenango, la Universidad de Occidente. Esta casa de estudios superiores ya no existe, pero en Guatemala existe el registro de una sede de estudios privados con este nombre.
El contar con una Universidad Autónoma en Quetzaltenango fue un sueño acariciado por décadas, y no fue sino hasta el 20 de noviembre de 1876, que el ideal cristalizó al ser fundada la Universidad de Occidente como una institución de estudios superiores, asunto que promovió el entonces presidente de Guatemala, Justo Rufino Barrios.
La Universidad de Occidente fue una entidad autónoma de la Universidad Nacional y ambas eran coordinadas por la Secretaria de Instrucción, con lo que se lograba un continuo entre la educación básica (bachilleratos) y la escuela superior.
Esta modalidad se sigue en algunos países, como Francia, en donde la educación básica y universitaria son coordinadas desde el Ministerio de Educación, con ello, logran una “ruta crítica” conducente desde la primaria hasta la universidad.
La Universidad de Occidente funcionó temporalmente en las instalaciones del Instituto Normal para Varones de Occidente (INVO) y más tarde en instalaciones propias situadas en la 6ª calle (calle de San Sebastián) y 10ª avenida, atrás de la Iglesia Catedral, zona 1.
Temporalmente funcionó en la 1ª calle, entre 13 y 14 avenidas, zona 1 de Quetzaltenango (hoy sede del Bufete Popular de la Universidad de San Carlos de Guatemala). El primer decano de la Facultad de Derecho fue el Doctor D. Manuel Aparicio.
Para su sostenimiento, el Gobierno de la República ordenó que lo recaudado por Alcabala en los ocho departamentos de Los Altos lo percibiera la Universidad de Occidente; los departamentos eran: Sololá, El Quiché, Totonicapán, Quetzaltenango, San Marcos, Huehuetenango, Retalhuleu y Suchitepéquez. Las escuelas facultativas que funcionaron eran la de Derecho y Notariado, la Facultad de Medicina y Farmacia e Ingeniería.
Uno de sus alumnos más conspicuos fue Manuel Estrada Cabrera, quien se graduó de Abogado y Notario, y quien irónicamente fue quien prohibió su reconstrucción cuando con motivo del terremoto, del 18 de abril de 1902, quedó parcialmente destruida. Y aun cuando pudo haber funcionado en otro lugar, el mandatario prohibió en definitiva su reapertura. La razón de esta negativa se dice fue porque en la Universidad de Occidente había un grupo de docentes y estudiantes contestatarios y críticos a una Presidencia que ya daba signos claros de dictadura.
A continuación se transcriben algunos considerandos del Decreto 167 mediante el cual el Presidente de la República de Guatemala, General Justo Rufino Barrios, autorizó el funcionamiento de la nueva Universidad. Racionalidades éstas que aun hoy se pueden considerar válidas:
- Que no puede existir verdadera libertad donde falta la ilustración…” –
- “Que para realizar tan importante objeto, es conveniente que la enseñanza superior no quede vinculada de una manera exclusiva a la Universidad de ésta Capital…” –
- “Que el Gobierno está en la obligación y tiene el deseo de hacer que todos los Departamentos de la República lleguen cuanto antes a disfrutar del grado de prosperidad a que están llamados por sus especiales circunstancias, y tomando en cuenta las que concurren en los de los Altos…”.












