Después de 25 años, el astronauta de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), Frank Rubio, vuelve a El Salvador, el país donde vivió sus primeros seis años de vida.
«Es un gusto estar aquí de nuevo, en el país de mi familia, de mi madre. Es la primera vez que estoy aquí en más de 25 años”, dijo Rubio en una conferencia de prensa organizada por la embajada estadounidense en El Salvador.
Además de ser astronauta, Rubio es teniente coronel del Ejército de Estados Unidos. Pese a haber nacido en el país norteamericano señala que la cultura salvadoreña es parte de sus raíces. «Son rasgos que siempre llevo».
Rubio volvió a El Salvador para reunirse con los sectores científico y tecnológico, y hablar sobre los experimentos que llevó a cabo durante los 371 que estuvo a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI).
“Esta semana tendré la oportunidad de hablar con personas que están construyendo crecimiento en la ciencia… De la unidad y el trabajo de los salvadoreños depende crear oportunidades para que la juventud salvadoreña pueda, en un futuro cercano, explorar el espacio”, dijo.
Rubio es el astronauta que ha pasado más tiempo en el espacio. En un principio, la misión que debió durar seis meses, 180 días, se prolongó a 371 debido a una fuga de refrigerante en la cápsula Soyuz, que debía devolverlo a la Tierra.
A su llegada al Pulgarcito de América, como se conoce popularmente a El Salvador, Rubio hizo mención sobre su infancia, recordando que vivió los primeros seis años de vida en el departamento de La Unión junto a su abuela.
“Lo que más recuerdo es el tiempo con mi abuela. Ella era profesora y caminábamos juntos a la escuela. Ella me enseñó a leer (español). Me enseñó a amar leer y eso me ha ayudado mucho en mi carrera. Esa es una memoria muy importante en mi vida”, dijo.
En febrero, el astronauta estadounidense de ascendencia salvadoreña recibió la Insignia de Astronauta del Ejército, una de las más singulares que concede el Ejército de EEUU, actualmente en manos de sólo otros dos militares en activo.
Rubio se graduó de piloto de helicóptero y médico militar antes de entrar en el programa espacial de la NASA en 2017. Ha estado en misiones en Bosnia, Irak y Afganistán.
«Me encantaría ayudar, apoyar a la juventud, a El Salvador, pero mi enfoque por ahora es continuar mi trabajo desde la NASA y estar preparado para la próxima misión. Lo mejor que yo puedo hacer es estar preparado para la próxima misión», dijo.
Información Karla Arévalo / Voz de América