Por: Herbeth Tax y Carlos González
Quetzaltenango | Hace 50 años, el padre Jacinto Lozano Rodrigo inició la misión de compartir la palabra de Dios en el mundo, fue un 06 de enero de 1972, cuando fue ordenado sacerdote y hace 44 años que llegó a las Américas, pasando por países como: República Dominicana, Panamá y por último Guatemala. En nuestro país ha pasado gran parte de su vida entregada al sacerdocio.
Su llegada a Guatemala fue en la capital y Totonicapán, posteriormente llegó a la parroquia Sagrada Familia, ubicada en la zona 3 de Quetzaltenango. El padre Jacinto, cumplió el pasado 20 de febrero 77 años, son dos acontecimientos importantes para su vida.
Lo visitamos, hace unos días luego de haber superado el COVID-19, nos recibió en el ingreso de la capilla de adoración, de fondo la imagen de San Miguel Arcángel, nos acompañó, un área muy visitada por cientos de feligreses. A un costado el gran templo.
Originario de Cáseda, una villa del municipio español de la comunidad Foral de Navarra, nació en una noche en que había nevado.
1972 fue una fecha muy importante para el padre Jacinto, pues en la parroquia El Huerto en Pamplona, fue ordenado sacerdote, tras haber terminado estudios en un colegio seminario. Posteriormente durante 9 años dio clases, luego inició los preparativos para llegar a Guatemala, algo que en ese entonces, no estaba en los planes, puesto que únicamente le informaron que sería enviado a América.
Llegó a Guatemala, luego de haber estado un corto tiempo en otros países, nuestro país se encontraba en un momento de crisis, recordó el sacerdote, quien además contó que ha vivió varias experiencias, en 1982 vivió un momento que no olvidará, iba a ser expulsado de Guatemala, por una denuncia de vecinos en Totonicapán.