Por Emilio Veletzuy |
Algunas de las causas de la escasez del agua son el desperdicio, el mal uso, la ruptura de tuberías y la contaminación con basura de nacimientos en las zonas montañosas de La Esperanza, Quetzaltenango, y otros departamentos de la región y del país.
El agua, fuente de vida que es utilizada por miles de personas al día, fluye de la naturaleza y se consigue a un bajo precio. La administración del vital líquido, en la mayoría de municipios del país, está a cargo de las municipalidades que reciben de usuarios un pago mensual, el cual es destinado para la reparación y colocación de tuberías.
Según datos de autoridades, las raciones de agua potable llegan a un 90 por ciento de la población y la mayor cantidad se adquiere en invierno, debido a que las lluvias abastecen a los nacimientos y zonas montañosas. En verano el caudal del vital líquido disminuye por el intenso calor y la contaminación.
Expertos refieren que en un futuro la guerra será por el vital líquido, el cual disminuye con el paso de los años, pues pese a la perforación de pozos, las venas de agua ya no generan la cantidad de décadas atrás.
Seamos conscientes, cuidemos y valoremos este recurso natural. No malgastemos el vital líquido y cuidemos el medio ambiente para que nuestras generaciones puedan sobrevivir.