Cobertura: Shirlie Rodríguez. |Redacción: Herberth Tax.
Quetzaltenango. Este día, en el Hospital Regional de Occidente (HRO) se realizaron actividades en conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra el Sida.
A través del lanzamiento de globos con el personal y pacientes se recordó a las víctimas que han perdido la lucha contra el sida, donde también realizaron el encendido de velas y se entregó una bolsa de víveres a representantes de familias de pacientes, esto gracias al apoyo de la Iglesia Episcopal de Guatemala.
La clínica de VIH del HRO continúa brindando una atención integral y no ha detenido su cobertura a los pacientes que acuden a este centro asistencial.
Cada Día Mundial del Sida gira en torno a un tema diferente. Este año el lema será: Poner fin a las desigualdades. Poner fin al sida. Poner fin a las pandemias. El tema de este año incorpora toda una lista de desafíos sobre los que el Día Mundial del Sida ha alertado en todo el mundo.
“Es un honor comentarles el que el MSPAS ha decidió adherirse a la Alianza Mundial contra el estigma y la discriminación, hemos enviado a ONUSIDA nuestro manifiesto de interés de formar para la adhesión antes de que concluya este año, esto nos permitirá avanzar hacia una atención integral y asegurando la prestación de los servicios así como entornos seguros libre de discriminación”, aseguró la viceministra Técnica, Leslie Samayoa.
Historia del VIH y Sida, cronología de una epidemia
Debido a la forma explosiva con que apareció la epidemia en 1981, muchos científicos pensaron que se enfrentaban a una “nueva enfermedad” provocada por un nuevo agente infeccioso inédito.
Hubo quienes dijeron que se trataba de un “virus maquinado” por la CIA o la KGB, sin embargo, los orígenes del SIDA pese a que no están totalmente claros, son muy diferentes.
La epidemia es reciente, los primeros casos notificados en África y Europa datan de 1959, y en Norteamérica de 1968.
Ha pasado más de 40 años y la pandemia del VIH y Sida se ha propagado y aniquilado poblaciones alrededor del mundo silenciosamente sin que se le preste la debida atención ni se haya descubierto la vacuna ni la cura.
Aunque una vacuna estuviera masivamente disponible para todo el planeta en los próximos años, las generaciones actuales tendrán que seguir luchando con las consecuencias de la actual epidemia por el resto de sus vidas.
Le puede interesar:
