Un informe de la Asociación Americana del Corazón dijo que más de la mitad de los estadounidenses desconoce que las enfermedades cardiacas son la principal causa de muerte en el país.
“Las enfermedades cardiacas han sido la principal causa de muerte en este país durante 100 años consecutivos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades”, señaló el Dr. Joseph C. Wu, director del Instituto Cardiovascular de Stanford.
En esa línea, recordó que “las enfermedades cardíacas, junto a los ataques o derrames cerebrales, que son la quinta causa de muerte, se cobran más vidas en Estados Unidos que todas las formas de cáncer y enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores juntas”, expuso al dar relevancia a la importancia de este tipo de condición médica.
Una de cada cinco muertes son por problemas cardiovasculares
Se estima que una persona muere en este país cada 33 segundos por un problema cardiovascular. Alrededor de 695.000 personas mueren de enfermedades cardíacas en los Estados Unidos cada año, lo que representa uno de cada cinco fallecimientos. La enfermedad coronaria (CHD, en inglés) es el tipo más común de enfermedad cardíaca, causando unas 375.000 muertes anuales.
Cada año, alrededor de 805.000 estadounidenses sufren un ataque al corazón. De estos, 605.000 son el primer ataque cardíaco y 200.000 ocurren en personas que ya han tenido un ataque cardíaco.
¿Qué son las enfermedades cardiovasculares?
La enfermedad cardiovascular abarca diversos trastornos que afectan el corazón y los vasos sanguíneos, convirtiéndose en una preocupación significativa para la salud a nivel mundial. Este término engloba la enfermedad coronaria, el accidente cerebrovascular, la insuficiencia cardíaca y otras afecciones que impactan el sistema cardiovascular.
Enfermedad coronaria (EC): Una de las formas más prevalentes de enfermedad cardíaca es la EC, caracterizada por la acumulación de placa que estrecha las arterias del corazón. Esta estrechez puede provocar una disminución del flujo sanguíneo y, en casos graves, puede resultar en un ataque al corazón cuando una arteria se bloquea por completo.
Accidente cerebrovascular o ataque cerebral: Otro aspecto crucial de la enfermedad cardiovascular es el accidente cerebrovascular, a menudo denominado «ataque cerebral». Los accidentes cerebrovasculares ocurren cuando se obstruye el flujo sanguíneo al cerebro o cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe. En ambos casos, el resultado es daño en el tejido cerebral, con consecuencias potencialmente graves. Los accidentes cerebrovasculares se identifican como la cuarta y quinta causa principal de muerte en el estado de Nueva York y en los Estados Unidos, respectivamente. Además, los accidentes cerebrovasculares son una causa significativa de discapacidad a largo plazo.
¿Qué síntomas se experimentan?
“Los síntomas van a empezar con una opresión, como si le estuvieran poniendo un peso sobre el pecho. También ese dolor puede pasarse al cuello o el brazo y generalmente da haciendo alguna actividad”, comentó el Dr. Carlos Riveros, especialista en medicina interna, al tiempo que advertía que “no a todos se les presenta esta enfermedad de igual forma”.
“Hay a quien se le presenta con un dolor en el cuello, en la espalda o con una náusea. Lo más importante es que si hay síntomas que no se pueden reconocer hay que hablar con el médico o ir a la emergencia”, subrayó.
Los médicos insisten en que este tipo de enfermedades son evitables, al menos a una edad más o menos temprana, por lo que es necesario concientizar a la población sobre este tipo de condiciones médicas.
“Es muy importante cuando hablamos del corazón, hablamos de prevención porque la idea es tratar de evitar llegar a enfermedades cardíacas, sobre todo aquellas que pueden ser evitables”, dijo el Dr. Riveros.
¿Cómo prevenir las enfermedades cardíacas?
En esa línea, insistió que a la hora de hablar de prevención no es más que “querer evitar que las arterias (del corazón) se tapen con calcio y colesterol”. “Para que esto no suceda tenemos que llevar una vida sana, tener en cuenta la dieta, bajar las grasas saturadas y los carbohidratos, mantener un buen peso, hacer un ejercicio regular de 40 minutos diarios no menos de cinco días a la semana y reducir el estrés”, comentó el especialista, convencido de que “todas estas medidas nos van a ayudar a evitar una enfermedad coronaria”.
El Dr. Riveros recordó que aquellas personas con antecedentes familiares son más propensas a padecer enfermedad coronaria “desde el punto de vista genético”, aunque también hay personas que tienen “hipertensión o diabetes” que no deberían bajar la guardia.
“Los cambios en los estilos de vida son la principal arma para evitar enfermedad coronaria. Esos cambios se basan en hacer un plan personal y si la persona no está acostumbrada a este cambio de vida, se debería hacer un plan con unos pequeños cambios que incluyan una dieta saludable. También un programa de ejercicio que dependa de su estado físico”, relató.
La buena alimentación, explican los médicos, parece ser la clave para prevenir este tipo de enfermedades, por lo que es necesario implementar una dieta saludable. Sin embargo, los expertos admiten que estas recomendaciones a veces se hacen difíciles de aplicar, no solo por la cultura de “comida basura” en Estados Unidos sino también al alto costo de los precios.
«El no tener un acceso regular a los alimentos saludables conlleva efectos adversos para la salud», dijo Erica Kenney, profesora adjunta de nutrición para la salud pública de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard en Boston. «Además, muchas personas se ven atrapadas en el consumo de alimentos que presentan más probabilidades de provocar enfermedades crónicas», agregó al respecto.
Las hamburguesas, las papas fritas, los hot dogs… Todos esos alimentos se consumen a diario por millones de estadounidenses. En Estados Unidos, el 37 % de la población adulta admite alimentarse con comida rápida habitualmente. Es más de una de cada tres personas. La cifra aumenta entre los hispanos. Más del 51 % de los latinos consumen comida rápida al menos una vez a la semana. La razón principal es que acaba siendo más barato comer de esta forma que adquiriendo alimentos saludables.
“No se deberían poner las cosas que son saludables más caras porque entonces las cosas saludables son más caras y las que hacen daño son más económicas. Entonces la gente, con la economía y como está la inflación, se va a lo más barato”, dijo Luz Doné, una cubana residente en Miami.
Información Antoni Belchi / Voz de América