Con información de Armando Monroy.
¿Telegram o Whatsapp? Esa es la pregunta que muchos se hacen al tener la incertidumbre de cuál de las dos es mejor.
Whatsapp renovó sus políticas y condiciones de privacidad, las cuales entrarán al ruedo el próximo 8 de febrero. Estos cambios de cómo la aplicación de mensajería toma los datos personales de los usuarios preocupan a estos, y abren la puerta a otras herramientas como Telegram.
La anterior mencionada, suele ser la puerta de escape cuando la app del teléfono volteado se cae o tiene fallas en sus servidores. Es decir, es una vía de comunicación temporal pero muy similar a Whatsapp.
Telegram o Whatsapp: Semejanzas
Entre las similitudes que podrían derivar en un cambio o migración de plataforma, cabe destacarse que si no hay cambios significativos en Telegram, podría haber un salto de talanquera en el futuro. Algunas de las semejanzas son:
- Confinación de lectura de los mensajes con los «check in» o palomitas.
- Llamadas de voz o videollamadas con excelentes estándares de calidad, y con altos números de participantes.
- Versión móvil y web.
En Telegram se puede conectar una cuenta en múltiples dispositivos, sin embargo, Whatsapp solo permite usar la versión web si el teléfono inteligente cuenta con conexión a internet.
- Compartir archivos. Telegram permite transferencia de hasta 1.5GB de peso, mientras que su competidor máximo 16MB.
Diferencias entre ambas plataformas digitales
La diferencia más comentada recientemente es el manejo de la privacidad, que en el caso de Whatsapp se verá afectada a partir de febrero. Desde que la app del teléfono pasó a manos de Mark Zuckerberg su privacidad cayó de nivel y pronto quedará expuesta al grupo de empresas que conforman Facebook.
Entre la información que tomará la red social de la «F» de los usuarios, están: los datos comerciales al usar Facebook, los contactos e incluso la IP o dirección del individuo.
Asimismo, aunque las conversaciones estén cifradas en ambos extremos, existen espías y compañías en Israel que son capaces de leerlas a través de un malware. En cambio, Telegram tiene sus mensajes cifrados y estos se autodestruyen, si el administrador así lo desea.
Telegram también tiene la función de canales, que a diferencia de los grupos permite mandar información a un número ilimitado de contactos. Y solo son enviados por el creador o administrador de esa vía de comunicación.
En definitiva, Telegram es menor popular que Whatsapp, pero quizá con las nuevas políticas de privacidad de esta última, la primera pase al primer puesto de las aplicaciones de mensajería mundial.