Por Luis Hernández |
El 7 de noviembre de 2012, a las 10.35 horas, un terremoto de 7.2 grados en la escala de Richter sacudió el occidente del país afectando, principalmente, a San Marcos, Quetzaltenango, Totonicapán, Sololá y Huehuetenango, donde se reportaron 52 muertos.
El epicentro fue a 24 kilómetro de las costas de Champerico, Retalhuleu, y tuvo una intensidad de 7 grados en la escala de Mercalli, debido a la unión de las placas de Cocos y el Caribe.
El Gobierno de Guatemala, dirigido en ese entonces por el presidente Otto Pérez Molina, declaró tres días de duelo nacional y alerta roja institucional.
El departamento más afectado fue San Marcos, donde cayeron casas y varias personas quedaron soterradas, específicamente, en las aldeas Arenera San José, El Recreo, Esquipulas Palo Gordo, San Pedro Sacatepéquez y la cabecera departamental.
El día de la tragedia, en San Marcos, más de 170 familias fueron atendidas en el albergue de la colonia Justo Rufino Barrios y en Quetzaltenango fueron albergadas 808 personas.
Fotos: Prensa Libre