Por Moisés Cottom |
El 9 de enero de 1959, en Guatemala, nació la líder indígena, Rigoberta Menchú Tum, miembro del grupo maya quiché, defensora de los derechos humanos y embajadora de la buena voluntad de la UNESCO.
En reconocimiento a su lucha por la justicia social, en 1992, Rigoberta Menchú recibió el Premio Nobel de la Paz; algunos años después, en 1998, fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.
A los 5 años comenzó a trabajar en una finca de café. Allí sufrió la explotación, injusticia y represión de la que su comunidad era víctima, por parte de los terratenientes y del Ejército de Guatemala.
De joven ya estaba involucrada en las luchas de los pueblos indígenas y campesinos. Fue uno de los miembros fundadores del Comité de Unidad Campesina (CUC) y de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca.
Durante la guerra civil de Guatemala (1962-1996), Menchú se vio obligada a exiliarse en México. Allí público su autobiografía, Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia, y luego se dedicó a viajar por el mundo transmitiendo su mensaje y su lucha.
Apoyada por las Naciones Unidas y protegida por el prestigio internacional que había ganado, Menchú regresó a Guatemala en 1988. Se postuló para las elecciones presidenciales de Guatemala en 2007 y en 2011, logrando poco más del 3% de los votos en ambas ocasiones.