Por Fernando Castellanos
El Día Mundial del Patrimonio Audiovisual (DMPA) es una ocasión para dar a conocer la necesidad de tomar medidas urgentes y reconocer la importancia de los documentos audiovisuales.
¿Por qué se celebra el 27 de octubre?
Las películas, el cine, los programas de radio y televisión, así como grabaciones de audio y vídeo son documentos que guardan información importante para la memoria histórica de los pueblos y del mundo. Son parte de nuestra identidad nacional.
Es por ello, y entendiendo la importancia de concienciar, salvaguardar y proteger los documentos audiovisuales, que la UNESCO proclamó el 27 de octubre como Día Mundial del Patrimonio Audiovisual.
Esto ocurrió durante la Conferencia General de la UNESCO, en el año 2005, y la fecha escogida fue para conmemorar la aprobación de la Recomendación sobre la Salvaguardia y la Conservación de las Imágenes en Movimiento aprobada en 1980.
Sirve como una oportunidad para que los Estados miembros evalúen su desempeño con respecto a la implementación de la recomendación relativa a la preservación del patrimonio documental, comprendido el patrimonio digital, y el acceso al mismo, y promueve la libre circulación de las ideas mediante la palabra y la imagen como representación de nuestro patrimonio y memoria compartidos.
Al hacerlo, el día destaca el papel del patrimonio en la construcción de los baluartes de la paz en la mente de las personas.
A través de iniciativas como el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, el Programa Memoria del Mundo y el proyecto de Archivos de la UNESCO «Digitalización de nuestra historia compartida por la UNESCO», se impulsa la valiosa labor de los profesionales que se dedican a la preservación y ayuda a gestionar los aspectos técnicos, políticos, sociales y financieros, entre otros, que amenazan la salvaguardia del patrimonio audiovisual.
Esta celebración es una iniciativa fundamental para que la UNESCO y el Consejo Coordinador de Asociaciones de Archivos Audiovisuales (CCAAA) rindan homenaje a los profesionales de la preservación audiovisual y a las instituciones que resguardan nuestro patrimonio para las generaciones futuras.
Como una ventana al mundo, el patrimonio audiovisual nos permite presenciar eventos en los que no participamos, escuchar voces del pasado y crear narrativas que informan y entretienen.
A través de la exploración de sonidos grabados e imágenes visuales capturadas en películas y videos, no solo apreciamos la riqueza cultural, sino que también extraemos de ella valiosas lecciones.