La Conferencia Internacional de Solidaridad con los exiliados y migrantes de Venezuela concluyó el martes, con el anuncio de la recaudación de 150 millones de dólares adicionales de la Unión Europea para hacer frente a la crisis migratoria venezolana.
Durante el evento, que tuvo lugar el lunes y martes en Bruselas, Bélgica, la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, aclaró no obstante que «el objetivo principal no era recaudar fondos», sino poner de manifiesto la grave situación migratoria que se vive en la región de América Latina por el caso venezolano.
«América Latina y el Caribe se enfrentan probablemente al mayor desplazamiento de personas en la historia moderna (…) Debemos asegurarnos de que todo el mundo se movilice cuando un continente lo necesite», afirmó.
A su vez celebró «el compromiso» que muchos países europeos han adoptado con esta situación.
«La respuesta es que queremos remarcar que estamos apoyando a la región, no solo es un problema venezolano, esta no era una conferencia de donantes y, aunque no era el objetivo, es de agradecer», comentó Mogherini durante su intervención al final del evento.
La diplomática resaltó que el manejo de la crisis en Venezuela se tiene que «complementar» con el hecho de «buscar una solución política» en el país.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, indicó por su lado que «es importante que se haga una labor política para resolver la crisis y que se den las condiciones para que la gente pueda regresar».
Manifestó además que «los países de acogida están haciendo un esfuerzo extraordinario en la región».
Grandi también agradeció a los países que más dinero han aportado a esta crisis, especialmente a Estados Unidos, España, Reino Unido e Irlanda e instó a los presentes a continuar con el trabajo en la reunión del Grupo de Quito, que tendrá lugar en Bogotá a mediados de noviembre.
La respuesta de países de la región
En entrevista con la Voz de América, el canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, reconoció la importancia del evento en Bruselas.
«Es de gran trascendencia esta conferencia porque permite que se conozca por parte de la comunidad internacional con mayor detalle la magnitud del fenómeno migratorio proveniente de Venezuela y las necesidades de los países receptores», dijo el canciller colombiano.
Dijo que «es un gran desafío» para los países receptores hacer frente a la crisis migratoria: «Estamos haciendo todo lo posible con sentido humanitario».
El canciller ecuatoriano, José Valencia, indicó que los países están realizando «grandes esfuerzos para regularizar la situación migratoria de los extranjeros en el país» y recordó que entre 2012 y 2019 se han regularizado más de 126,000 ciudadanos venezolanos.
Sin embargo, en los últimos tiempos «se han asentado 371,000 venezolanos en una nación de 17 millones de habitantes», lo que supone «proporcionalmente una de las más grandes poblaciones de venezolanos de la región».
En ese sentido, lamentó que la situación económica de Ecuador «no está en su mejor momento para enfrentar una crisis migratoria».
«Ecuador es un país en desarrollo, el gobierno recibió un legado económico difícil, un gasto desmedido y unas previsiones de crecimiento muy bajas», afirmó Valencia durante su intervención en las Conferencia Internacional de Solidaridad.
En cuanto a la grave crisis migratoria, con más de 4,5 millones de venezolanos que se estima que han abandonado Venezuela a consecuencia de la grave crisis económica, social y política, el canciller ecuatoriano aseguró en Bruselas que «una solución duradera a la crisis migratoria se dará mediante elecciones transparentes» en ese país.
«Es necesario un mayor compromiso para hacer frente a esta situación», dijo, en referencia a que muchos de los países de la región de América Latina han recibido un gran flujo de migrantes, afectando incluso algunos aspectos de la sanidad y la educación.
Este año, Ecuador recibió 117,3 millones de dólares para este asunto, de los cuales un 20 por ciento fue financiado por cooperación internacional. Según avanzó en la Comisión Europea, «de cara al próximo año, ese monto podría ser de entre 160 y 170 millones de dólares».
«Creemos que la crisis venezolana no solamente se restringe a la región sino que tiene repercusiones más allá de Latinoamérica, por su magnitud constituye un drama a nivel internacional”, manifestó.
Es por esa razón que considera que es necesario «trabajar conjuntamente» con todas las naciones del mundo que «han expresado su solidaridad» para «atender esta emergente situación migratoria».
El canciller de Perú, Gustavo Meza-Cuadra, se refirió especialmente a «la integración» de la población venezolana porque «no estamos ante un problema humanitario, sino a largo plazo».
«Estos migrantes se irán incorporando a la vía social y el principal motor de su integración es a través del trabajo», comentó.
En el caso de los menores y adolescentes dijo: «Hay que educarlos y mantenerlos sanos para que sean parte de la vida social para que concurran a la vida laboral en igualdad de condiciones».
La posición de EE.UU.
Carol Thompson O’Connell, subsecretaria interina de la Oficina de Población, Refugiados y Migraciones, del Departamento de Estado de Estados Unidos, agradeció el apoyo de las instituciones económicas como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, el sector privado y la diáspora venezolana para hacer frente a esta crisis económica.
Sin embargo, indicó que el 52 por ciento del plan establecido las organizaciones internacionales, con el apoyo gubernamental, «sigue careciendo de financiación».
«Seguiremos buscando mecanismos de colaboración porque lo que nos interesa es que la respuesta sea firme», apuntó la subsecretaria estadounidense.
En ese sentido, Humberto López, vicepresidente en funciones y director de Estrategia y Operaciones del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, subrayó que «es imposible que se pueda solucionar todo únicamente con donaciones» e instó a los «combinados» entre países con el objetivo «de tener un máximo de fondos».
Por otro lado, la representante de Estados Unidos destacó que las mujeres son las que más están sufriendo los efectos de esta grave crisis migratoria porque «sufren de violencia de género y pueden acabar siendo víctimas de la trata de personas».
«Existe un peligro de discriminación contra ciudadanos venezolanos que buscan trabajo y ayuda, por lo que tenemos que coordinarnos para dar asistencia humanitaria junto al resto de organizaciones», finalizó.
Con información de Antoni Belchi y Celia Mendoza / La Voz de América