Este martes se cumplen 71 años de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en Naciones Unidas, y en la fecha de su celebración cada vez más voces están clamando por tomar medidas que frenen el cambio climático, especialmente entre los jóvenes.
En este día, muchos países celebran la fecha con marchas y manifestaciones, y en algunos donde aún existen restricciones a las libertades, representa un día para reclamar sus derechos humanos como lo establece la carta de la ONU.
La Asamblea General proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto individuos como instituciones promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades.
Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, dijo el lunes en un comunicado que “entre los múltiples retos a los que se han enfrentado los derechos humanos desde la Segunda Guerra Mundial, quizás sea la emergencia climática mundial la que representa una amenaza de mayor magnitud”.
“Desde su repercusión sobre el derecho a la vida, la salud, la alimentación, el agua y la vivienda, hasta nuestros derechos a vivir sin discriminación, al desarrollo y la autodeterminación, sus efectos se sienten ya en todos los ámbitos”, explicó Bachelet.
Coincidentemente, en una encuesta de Amnistía Internacional divulgada este martes con motivo del Día Mundial de los Derechos Humanos, cuatro de cada 10 jóvenes consideran que el cambio climático es uno de los temas más importantes que enfrenta la humanidad.
Entre las preocupaciones globales, la contaminación quedó en segundo con un 36% y el terrorismo en tercero con 31%.
En su comunicado, Bachelet resaltó el papel de los jóvenes en la lucha para defender estas garantías, en especial ante la crisis climática.
Sin embargo, en su opinión, la tarea de abordar la emergencia climática y demás crisis de derechos humanos que afronta el mundo no se le puede dejar solo a los jóvenes, por lo que se debe actuar en conjunto, de manera solidaria y urgente.
Agregó que todos los seres humanos tienen derecho a participar en la toma de decisiones que tengan repercusión en sus vidas, y que para garantizar una adopción de decisiones más eficaz y fomentar la confianza y la armonía entre las naciones, los dirigentes de cada sociedad deberían escuchar las opiniones de sus pueblos y proceder en función de sus necesidades y exigencias.
Con información de La Voz de América
