La sonda solar Parker de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) se aproximará al punto más cercano de la superficie del Sol, a unos seis millones de kilómetros, convirtiéndose en el primer equipo fabricado por el ser humano en pasar tan cerca del Sol.
“La misión Parker ha ido acercándose progresivamente y en las próximas tres órbitas, la sonda solar se va a acercar aún más y va a alcanzar la aproximación máxima al Sol dentro de la misión misma”, explicó a la Voz de América el Dr. Cristian Ferradas, físico espacial de la división de Heliofísica del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
Está previsto que el próximo 24 de diciembre, esta sonda sobrevuele el Sol a través de la corona, considerada “la parte exterior de su atmósfera”.
“La corona es una región que representa un misterio para los científicos ya que se calienta mucho y estando relativamente alejado del Sol, uno intuitivamente pensaría que debería estar más fría que regiones más cercanas al Sol, pero está más caliente”, señaló Ferradas al tiempo que admitió que, hasta hoy, se desconocen qué mecanismos son “los que calientan la corona”.
Además, se espera que con este acercamiento de la sonda Parker se pueda estudiar el origen del viento solar, que “es el flujo constante de partículas que emite el Sol y que atraviesan todo el Sistema Solar”.
“Las partículas que forman este viento solar alcanzan velocidades de la mitad de la velocidad de la luz, es decir, se aceleran muchísimo”, comentó convencido de que “las mediciones de la sonda Parker ayudarán a entender por qué estas partículas se aceleran tanto”.
Los eclipses, una oportunidad “casi única” para investigar el Sol
Si no existieran estos avances, los científicos astronómicos solo podrían aprovechar unos pocos segundos para recabar información sobre la corona durante los eclipses totales de Sol, que ocurre cuando la Tierra, la Luna y el Sol se alinean provocando que la estrella más brillante se esconda tras la Luna por poco tiempo, pero dejando al descubierto toda su corona.
“Estudiar el Sol durante un eclipse es muy importante porque los científicos, a menudo, tratan de imitar los eclipses a través de instrumentos llamados coronógrafos que también bloquean la luz del disco solar, que es más brillante, para así poder estudiar la corona”, detalla.
A pesar de la existencia de estos instrumentos, aclaró el científico Ferradas, no se puede ver la corona “tan claramente” como durante un eclipse solar total.
Con todo, se espera que las mediciones que tome esta sonda Parker cuando se acerque a su punto más cercano al Sol puedan “complementar a las mediciones que se han obtenido durante los eclipses solares”.
“Las mediciones de Parker van a ser muy importantes porque, si bien desde la Tierra podemos observar y tomar mediciones de la corona desde lejos, la sonda va a estar en la corona misma. Así que va a poder tomar mediciones de esa región, algo que no se podría hacer de otra manera”, detalló.
¿Hay posibilidad de derretimiento?
Este equipo de la NASA se enfrentará a temperaturas que superan el millón de grados Celsius. Sin embargo, los ingenieros de la agencia espacial estadounidense han estado trabajando en el diseño de este aparato para que pueda mantener la nave espacial a temperatura ambiente y no habría temor de que la sonda Parker pudiera derretirse.
“La sonda Parker tiene un protector que es excelente para bloquear el calor del Sol. Si bien en esa zona se alcanza el millón de grados Celsius y el protector va a alcanzar temperaturas de 1.400 grados Celsius, la carga útil de la nave se va a mantener a temperaturas cercanas a la temperatura ambiente. Es decir, a unos 29 grados Celsius”, subrayó Ferradas.
En ese sentido, recordó que aunque en esta región la temperatura es muy elevada, “la densidad de la corona es muy baja”: “hay muy pocas partículas relativamente calientes con las que la nave interactúe y les transfieran su energía, por lo que eso ayuda a que la sonda Parker no se derrita”.
¿Por qué el Sol sigue siendo una estrella tan importante?
El Sol es esencial para la Tierra porque es la fuente principal de energía que sustenta la vida. Su luz y calor regulan el clima, alimentan la fotosíntesis en las plantas, y, a través de ellas, proveen oxígeno y forman la base de la cadena alimenticia. Además, su gravedad mantiene a los planetas en órbita, garantizando la estabilidad del sistema solar. Sin el Sol, la Tierra sería un planeta frío e inhóspito, incapaz de albergar vida tal como la conocemos.
En ese sentido, el científico recalcó que el Sol tiene un gran impacto en nuestro día a día, por lo que “cuando estudiamos la actividad solar, estamos preparándonos mejor para proteger todas nuestras tecnologías que ponemos en el espacio y la presencia humana”.
“Es la estrella más cercana que tenemos y, por el momento, es la estrella a la que podemos acercarnos tanto como lo estamos haciendo ahora, a través de la sonda Parker. Al estudiar el Sol, podemos estudiar directamente otras estrellas y ver cómo evolucionan otras estrellas y sus dinámicas”, afirmó el doctor Ferradas.
Los misterios del Sol
El Sol es una estrella ubicada en el centro del sistema solar, alrededor de la cual orbitan los planetas, asteroides, cometas y otros cuerpos celestes. Es una gigantesca esfera de gas caliente, compuesta principalmente de hidrógeno (aproximadamente 74 %) y helio (alrededor del 24 %), donde ocurren constantes reacciones de fusión nuclear que generan enormes cantidades de energía en forma de luz y calor.
Con un diámetro de unos 1,39 millones de kilómetros, el Sol es unas 109 veces más grande que la Tierra y representa más del 99 % de la masa total del sistema solar. Aunque es una estrella de tamaño medio en comparación con otras en el universo, para la vida terrestre es vital, ya que su energía sostiene la vida y regula los procesos naturales del planeta.
“Usualmente se nos dice que hay tres estados: sólido, líquido y gaseoso. Pero hay un cuarto estado que es el plasma y, de hecho, el Sol y el resto de las estrellas son bolas de plasma”, detalla.
También se sabe que el Sol, “que emite luz y calor, produce todo ese calor desde el centro de la estrella que prácticamente es como un reactor nuclear”.
“En el centro ocurre un fenómeno que se llama ‘fusión nuclear’ en el que átomos de hidrógeno se convierten en helio y emite tal energía que es la que produce todo el calor que emite el Sol”, agregó al respecto.
¿Podría apagarse el Sol en algún momento?
El Sol no puede «apagarse» de manera repentina como una bombilla, pero eventualmente, como todas las estrellas, agotará su combustible y llegará al final de su ciclo de vida. Esto sucederá dentro de unos 5.000 millones de años, así que no es algo que debamos preocuparnos en el corto plazo.
“Ahora sabemos que el tiempo de vida de una estrella como el Sol es de 10.000 millones de años aproximadamente y el Sol está alrededor de la mitad de su vida. Así que, obviamente, no es nada por lo que debamos preocuparnos porque el Sol todavía tiene mucha vida por delante”, dijo.
El Sol funciona mediante fusión nuclear, “que es lo que da origen a toda la luz, la energía y el calor”, convirtiendo hidrógeno en helio en su núcleo. Cuando el hidrógeno se agote, comenzará a fusionar elementos más pesados, como el helio, lo que provocará que se expanda y se convierta en una gigante roja, posiblemente engullendo los planetas más cercanos, incluida la Tierra.
Después, perderá sus capas externas y quedará como una enana blanca, una estrella pequeña y extremadamente densa que ya no producirá energía, pero seguirá brillando débilmente por miles de millones de años más.
“Sabemos que cuando el Sol se acerque al final de su vida, esto va a cambiar dramáticamente. El Sol no puede seguir indefinidamente”, alertó el científico.
Aunque esto pudiera sonar catastrófico, desde la NASA recuerdan que la escala de tiempo cósmica es tan inmensa que la humanidad tiene muchísimo tiempo antes de enfrentar un evento como este.
Información Antoni Belchi / Voz de América / Fotografía NASA