La semana pasada la reconocida Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) fue sede del 186 Período de Sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) habiéndose realizado 18 audiencias públicas sobre diversos temas de derechos humanos desde una perspectiva temática regional y específica respecto de ciertos países miembros de la OEA.
Dentro de este Periodo de Sesiones se llevó a cabo también una reunión con representantes de la sociedad civil sobre diversos casos y temas de DDHH de la región. En este marco tuve la oportunidad de entregar y explicar de manera muy general la propuesta sobre “Prevención de la Conflictividad Social para el respeto a los Derechos Humanos en las Américas”.
En las últimas décadas hemos sido testigos de las innumerables situaciones de conflictos sociales en la región, con terribles consecuencias. Muchos de los gobiernos han tratado sin éxito alguno de crear las condiciones de atención a la conflictividad social; sin embargo, el descredito de la clase política, la polarización social y las crecientes demandas sociales insatisfechas hacen que las mismas no hayan cumplido con sus objetivos perdiendo cada día su capacidad de acción.
La región no puede seguir contemplando pasivamente las violaciones a los derechos humanos en las situaciones de conflictividad social por los excesos cometidos para “controlar” a la población en las calles; y, tampoco podemos continuar aceptando como parte de las legítimas protestas sociales los graves delitos cometidos por grupos de manifestantes que no sólo han destruido la propiedad, sino que han asesinado y golpeado a sus represores quienes actúan a nombre de todo el estado o a civiles indefensos y al margen de toda protesta. La violencia genera más violencia y en ambas situaciones debe investigarse y sancionarse con todo el peso de la ley.
La propuesta presentada tiene como objetivo general a través de su implementación el de prevenir y resolver los conflictos sociales en los países de la región bajo líneas de acción comunes y con el acompañamiento de la CIDH a fin de promover la observancia, defensa y cumplimiento de los compromisos en DDHH adquiridos por los estados.
La propuesta contempla 4 ejes: 1. Acciones para prevenir los Conflictos Sociales. 2. Capacitación a funcionarios de los gobiernos local, regional y nacional para la prevención y tratamiento de los conflictos sociales. 3. Elaboración de bases para una Política de Estado de prevención de los conflictos sociales. 4. Identificar las Políticas Públicas urgentes que ayuden a salir de la crisis política, social y económica en que se encuentran los países.
Bajo este parámetro es necesario que los estados lleguen a un Compromiso Nacional con la participación de sus instituciones y la sociedad civil y que sirva de base para que los gobiernos por venir -dejando de lado incluso sus ideologías políticas que tanto daño están ocasionando- puedan dedicarse a generar las bases en la que todos sus habitantes se desarrollen bajo condiciones justas persiguiendo estados de bienestar.
El trabajo de pacificación de nuestros países a través de líneas concretas para la prevención de los conflictos sociales debe ser la base a un mediano plazo para que la región pueda contar con una Convención Interamericana para la Prevención de Conflictos Sociales, que permita a la región salir de las crisis sociales para en primer lugar entender y atender las demandas básicas de la población; y, en segundo lugar, para incorporar a la sociedad civil en estrategias de prevención de los conflictos sociales. Todo va a depender de la voluntad política de los estados y de las organizaciones internacionales.
Una Convención Interamericana para la Prevención de Conflictos Sociales, debe de contener acciones para 1. Prevención de los Conflictos Sociales. 2. Capacitación a funcionarios de los gobiernos local, regional y nacional para la prevención de los conflictos sociales y, 3. Leyes modelo para una Política de Estado de prevención de los conflictos sociales. No debe concentrarse en el “qué hay que hacer” sino en el CÓMO, en el CUÁNDO y en el QUIÉNES, para ayudar a los estados en aterrizar, focalizar, concretar y pongan en práctica medidas para evitar la conflictividad social en los países.
Se necesita un punto de partida, la triste experiencia de los actuales países con conflictos sociales debe servir de marco generador para esta Convención. Un instrumento internacional como este ayudaría a prevenir y mitigar la conflictividad social. No todo está perdido.
Hasta la próxima semana.
0 comentarios