Una de las grandes preocupaciones hoy en día es ver que con el tiempo cada vez se esta perdiendo la comunicación humana entre la niñez, los jóvenes, los adultos y hasta los ancianos vemos en las calles, en las reuniones familiares, sociales, velorios entre otras, grupos de personas que ya no usan hablan entre sí, no se ríen, no comentan, no socializan, no se miran entre e ignoran a quienes los rodean.
Cada uno se encuentra en un mundo diferente, teniendo comunicación con otras personas que no conocen y que cuyo perfil puede ser falso o inventado pero que tiene toda la atención, cada uno se encuentra con su dispositivo tecleando, sus emociones tratando de encontrar consuelo de sus asuntos personales, indiferente a la familia con la que hemos perdido el dialogo remplazándola con perfiles digitales.
¿Qué ha pasado con la humanidad? ¿Por qué preferimos el dialogo digital por el dialogo personal? ¿cómo hemos podido preferir las frías relaciones de los dispositivos por la aproximación de las relaciones humanas? Hoy somos el resultado de dígitos o simplemente un algoritmo que se concreta con fotos robotizadas, iniciando relaciones extensas con pantallas que han suplantado al ser humano.
El creciente número de dispositivos que se utilizan han provocado cambios significativos en la sociedad y especialmente en la familia, modificando las actividades rutinarias, tomas de decisiones, relaciones personales, entre otras muchas. Al parecer hoy en día los bebes nacen con un dispositivo, por lo que la frase de los ancestros de que cada “niño trae un pan bajo el brazo” es una metáfora.
Vivimos en un mundo de arena de relaciones representativas en el que llamamos amigos a quienes no conocemos en persona, enviamos abrazos y aplausos banalizados perdiendo el verdadero sentido y la sostenibilidad de la humanidad teniendo efectos agresivos en la economía, política, cultura y sociedad.
Estamos preparados para poder afrontar la cantidad de información que nos proporcionan las maquinas, uno de los grandes problemas es el hecho que solo tenemos acceso a materiales e información de tipo chatarra, que pueda ocupar nuestra mente y tiempo en vanidades, será posible que nuestra niñez, juventud y adultos tienen acceso a información relacionada a biotecnología, nanotecnología y tecnología de la información.
Podemos creer que el verdadero avance y progreso tecnológico estará al servicio de la humanidad o será utilizado para seguir con la manutención del Homos consumista, alienados, dóciles y cada vez más obedientes de sistemas perversos de dominio. Prevalecerán las injusticias entre la población, abriendo grandes brechas de analfabetos y alfabetos potencialmente analfabetos.
La humanidad esta ante alarmantes posibilidades de convertirse cada día en una máquina, moldeada por el tener y cuyo valor lo imponga el mercado global y maquinas programadas que verán con indiferencia a la otredad para subsistir en un mundo de salvajes competencias.
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