“Un Profesor excelente es capaz de convertir cualquier concepto, incluso de apariencia ´sosa´, en algo interesante”
Quien inicia la faena de ser docente debe realizarse algunas preguntas ontológicas que le permita plantearse cambios reales y objetivos en el campo educativo, con el único fin de no cometer un “salvajismo pedagógico” replicando las malas prácticas que se realizan en las aulas del sistema educativo nacional y universitario.
De acuerdo con la práctica que han realizado y realizan los buenos profesionales de la educación en cada encuentro con sus estudiantes, siempre anteponiendo lo humano y lo ético para formar la nueva ciudadanía, el talento humano ingrediente principal para poder promover procesos de innovación, a través de la calidad educativa la cual depende de la calidad del profesorado.
El reclutamiento para los nuevos docentes debe estar condicionada por el talento para la docencia, su mística, su pasión y emoción, aprovechar la eficiencia de los profesores en servicio ofreciéndoles mejor calidad de vida e incentivos que les permita dar lo mejor en cada clase y con cada estudiante, el sistema debe mejor la forma de selección evitando el tráfico de influencia común en nuestro medio.
¿Qué podemos hacer en el aula para que el estudiantado aprenda más y mejor, de forma significativa? Es lamentable recorrer las aulas observando a varios docentes noveles que tienen que recurrir a las viejas y malas prácticas de quienes fueron sus docentes, aplicando la misma metodología, las mismas técnicas y los mismos instrumentos pedagógicos de hace más de 50 años.
Con respecto al material didáctico se puede observar el uso excesivo de filminas, cargadas de texto sin animación, ni estética que motive la atención del estudiantado, pizarrones mal ubicados dentro del entorno del aula y sobre todo la escritura diminuta de los textos, utilizando cartulinas y papelógrafos mal ubicados en la exposición, así como el regreso al uso excesivo de la clase magistral e impositiva.
Se puede observar que no existe dominio de la tecnología educativa, y cuando se tiene no se sabe aplicar en el manejo adecuado de los contenidos y prácticas de aprendizaje, además se puede observar el uso limitado de la tecnología de la información y comunicación, sumado al hecho que el estudiante tiene distractores que impiden prestar la tención y participación en el aula.
El docente novel debe de enseñar con emoción, cada estudiante esta programado genéticamente para lograr un verdadero aprendizaje, todos los influjos que recibe del medio le permiten hacer asociaciones y formar redes de conocimiento para transformar su medio y convertirse en un ser integral gustoso de aprender, investigar y transformar.
La calidad del docente impulsa un verdadero aprendizaje dentro del marco de una sociedad democrática y participante, de una familia que fomente el conocimiento, la lectura, que cuente con una situación socioeconómica adecuada, que goce de salud, vivienda, trabajo y sobre todo pueda gozar de recreación. Esto sugiere que quienes pretenden llegar a dirigir el país deben garantizarle a la población políticas públicas de Estado dirigidas a proteger la educación, salud, nutrición, el desarrollo cognitivo, socioemocional y socioeconómico. Pero sobre todo cuidar de la calidad del profesorado y garantizar la educación pública.
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