¿Por qué le llamamos la gran estafa presidencial a la preocupante situación de hoy día? Resulta que quien debiera representar la unidad nacional, ha generado la unión de todos los guatemaltecos en su contra.

Por definición, en la Constitución Política de la República de Guatemala, cuando se elige a un presidente de la nación se hace para designarlo como el representante de la unidad nacional, sin embargo, esto ha sido una total burla para los guatemaltecos porque lo evidenciado especialmente en esta administración, esa es una posición de poder para el beneficio propio a través de la desenfrenada y descarada corrupción, privilegiando al grupúsculo que lo rodea que está supeditado a sus febriles y emotivos desplantes pensando que algún día podrán disfrutar de sus mal habidas fortunas en un país en donde no exista la extradición.

Pudiera pensarse que, todo este movimiento de bloqueos de carreteras y municipios, en todo el territorio nacional es una conspiración cual cortina de humo que desvía la atención de la abrupta aprobación de un presupuesto general de gastos de la nación totalmente desproporcionado justificando más fondos para extraer en un año preelectoral y así, financiar a sus candidatos quienes les asegurarán la inmunidad por cuatro años más o, en su defecto, amasar fortunas una vez que estén en el exilio. También llama la atención, la planificación y la organización de estos grupos en perjuicio exclusivamente de la población en general, a semejanza de guerrillas urbanas que buscan desestabilizar la rutina de la sociedad, no así, de los burócratas que siguen recibiendo jugosos salarios y que no dependen del trabajo diario para el sustento de sus familias. Tendría mucha más lógica que estos bloqueos se hicieran a las puertas de las viviendas de los ministros de gabinete, secretarios y el binomio presidencial; que en última instancia es a quienes debe influenciarlos este tipo de movimientos que coartan ilícita y arbitrariamente la locomoción de los ciudadanos en el territorio, pues, ¿qué sentido tiene paralizar financiera y socialmente a todo el país, sí las consecuencias son copiosas pérdidas para cualquiera que depende de su trabajo en beneficio de los suyos?. Por otro lado, pareciera que hay una estrategia de quebrar financieramente al país para excusar la elección de un antisistema ideológico virando a un cambio a donde fuese, pero distinto a lo que tenemos hoy día que, respondiendo a teorías de la conspiración que buscan la implementación de gobiernos totalitarios y abusivos de extrema izquierda; tal cual, el caso de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia, entre otros; que una vez instaurados, a todas luces son totalmente ineficientes, ineficaces y corruptos creando igualdad en términos de pobreza, subdesarrollo y la esclavitud del siglo XXI. En otro orden de ideas, estos personajes creen que van a mantener la situación tal cual esperando que la llegada de un campeonato mundial de futbol va a distraer la atención de las masas (¿por qué se cree que el futbol es un distractor? Simplemente ha sido considerado y evidenciado que es el opio de las grandes masas a través de la historia, lo cual hace que quienes siguen a esa forma de vida a través del deporte se olviden de su realidad y le presten atención al evento deportivo a nivel global) y van a salirse con la suya, es decir, no hacer nada al respecto de la terrible situación económica del país con el alza desmedida en el precio de los combustibles que impactan directamente en la canasta básica impidiendo así, que el guatemalteco de a pie acceda  al consumo de los alimentos tradicionales en la mesa de sus hogares.  

Una vez terminado el campeonato mundial se acercan las fiestas navideñas que actúan cual somnífero o anestésico para evitar manifestaciones y un caos total de la población cansada, aburrida, dilapidada y burlada por estos politicastros y politiqueros. 

Hay que tomar en cuenta que la solución a esta problemática no es sencilla, pues estamos inmersos en una coyuntura mundial que está impactando en el incremento de los combustibles fósiles a causa de la guerra entre Ucrania y Rusia, por lo que, una salida viable es complicada y debiera involucrar el descuento a impuestos directos a los combustibles como una medida paliativa a corto plazo con el propósito de frenar la subida de los costos generales de la producción agropecuaria y de la industria de alimentos, pero, cualquier negociación debe estar basada en la buena voluntad de ambas partes y no en una actitud burlona, impositiva y tiránica que riña con todas las bases que debieran conducir a la mejor alternativa pactada, basada en los intereses compartidos, opuestos y diferentes para llegar a un consenso que encuentren el mejor resultado posible. Es importante tener en cuenta que, sí no se usa el mínimo sentido común esta situación se puede salir de control, creando circunstancias muy difíciles de manejar y con resultados impredecibles en donde salimos perdiendo todos, incluyendo a estos funcionarios de escritorio que pueden terminar sus días en la comodidad de un centro de detención penal en cualquier parte del país, en el mejor de los casos.

Pidamos que Dios nos ilumine para salir con bien de este panorama tan complicado y que, por cuestiones emotivas puede salirse de los límites políticamente manejables y que tenga consecuencias graves, y recordando las palabras del señor presidente Alejandro Giammattei, “yo seré servidor de mi pueblo y no me serviré de él” para que como él mismo ha mencionado en diversas ocasiones, “no haya injerencia extranjera en las decisiones como nación”.

Recordemos que, “políticos son aquellos que se enfocan en la siguiente generación, mientras que, los politicastros y politiqueros se concentran en la próxima elección”.