Hemos celebrado la Pascua que es la festividad cristiana en la que se celebra la resurrección de Jesucristo. Después de que Cristo murió en la cruz, colocaron su cuerpo en un sepulcro; allí permaneció, separado de su espíritu, hasta su resurrección cuando su espíritu y su cuerpo volvieron a unirse.
Nunca en la historia de la humanidad ha existido un ser tan especial como Jesús. Su palabra, mensaje, así como sus obras traspasaban las fronteras por donde se desplazaba y se escuchaba de su nombre. Jesús constituye el único ser que sigue despertando pasiones y que su mensaje es trasladado de generación en generación y fue la única persona preanunciada a través de la Biblia.
Jesús para los creyentes y no creyentes es un referente importante para la humanidad, su mensaje va más allá de un líder religioso importante, se trata de un líder social que defendió a los más necesitados y recriminó a quienes aprovechándose del dolor humano sacaron ventaja de los más débiles. Hoy ese mensaje sigue mucho más vigente que antes.
Jesús es un personaje histórico, sujeto de estudio como a cualquier otra persona desde la misma historia, la psicología, la política, la religión, la sociología, la economía, la filosofía, etc. Las diferentes ciencias por su metodología de investigación necesitan no solo centrarse en el personaje, sino de contrarrestar con otros y aquí juegan papel importante los cristianos quienes con su palabra y testimonio permitieron conocer a Jesús no desde el punto de vista divino sino más bien como persona.
Jesús es el ser inspirador y Maestro del Cristianismo que ha dejado un legado indescriptible, histórico y único. No es un mito, nació y vivió como hombre y murió como el Salvador de la humanidad. Cuando nace, crece y se entrega a la palabra, lo hizo dentro de una convulsión política en Palestina bajo el dominio de los romanos y existían muchos abusos contra los más pobres.
La prédica de Jesús se basa en el Antiguo Testamento, la palabra de Dios allí escrita interpretada erróneamente como de castigo es la misma de amor y perdón; la diferencia es que Jesús dice que Dios está cerca y que está empezando a actuar y eso es el Reino de Dios que está vinculado a la presencia de Jesús a través no solo de su palabra sino de sus acciones y dando prioridad a los pobres que incluye quienes no tienen dinero, enfermos, prostitutas, hambrientos, marginados sociales, desintegrados, etc.
Jesús oraba con tanta intensidad y frecuencia que sus discípulos le piden les enseñen a orar y no lo hace desde la tradición judía sino más bien de quien puede hacerlo con palabras simples, con intensidad y con Fe, una vida basada en la relación con Dios.
Al morir Jesús empieza una nueva página en la historia de la humanidad, de hombre se convierte en el Dios y en el Cristo que se anunció llegaría. Por eso es importante reiterar que Jesús es un personaje y de importancia universal más allá de todo símbolo religioso.
Jesús fue un mediador entre Dios y la humanidad; y, quienes encontraron a Jesús, encontraron a Dios. La mediación de Jesús no fue solo a través de la palabra sino también por sus acciones. Jesús actuaba como Maestro, exorcista, curó a enfermos graves, hizo que las personas se reconcilien con Dios y los niños conozcan de Dios. Los discípulos pudieron encontrar a Dios en Jesús y ellos a su vez hicieron que sigan más y más personas a Jesús.
Jesús da ejemplo a la humanidad que no se necesita ser militante de un partido político para hacer los cambios que necesita la humanidad; como su misión fue anunciar el reino no pasado sino futuro de la humanidad fundada en esa justicia y esa práctica diaria de la que el predica.
Hasta la próxima semana.
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