Entre los grandes problemas que existen en el área rural de Guatemala se encuentra la salud y educación de la población, el perfil epidemiológico del país se caracteriza por la alta mortalidad infantil y elevada prevalecía de enfermedades infectocontagiosas, que generan problemas básicos de morbilidad y mortalidad en las comunidades como producto de la escasa atención materno infantil lo cual provoca embarazos precoces, frecuentes y múltiples, mortalidad de recién nacidos, alto índice de mortinatos, muerte de neonatos, deficiente cuidado del recién nacido, poca prevención y control de la desnutrición y la carencia de micro nutrientes, alta incidencia de casos de diarrea, infecciones respiratorias y demás enfermedades inmunoprevenibles en los niños, algunas transmitidas por insectos.
Los casos de tuberculosis en el área rural son frecuentes, la cual está estrechamente ligada al problema de la desnutrición y la extrema pobreza. Así como la falta de cobertura educativa y altos niveles de analfabetismo, repitencia, ausentismo y abandono en el Sistema Educativo Nacional.
El Acuerdo sobre Aspectos socioeconómicos y Situación Agraria determina la importancia de integrar el concepto de la Salud en prevención, promoción, recuperación y rehabilitación, la lucha contra la desnutrición y el fortalecimiento del saneamiento ambiental, con el fin de reducir la mortalidad infantil y materna, logrando la erradicación de la poliomielitis y avanzar en la erradicación del sarampión entre otras enfermedades infectocontagiosas.
También se refiere a la necesidad de asegurar el abastecimiento, abaratamiento y calidad de los medicamentos, con el objetivo de hacerlos más accesibles a la población en pobreza y extrema pobreza. Además, hace énfasis en la necesidad de conformar un sistema Nacional Coordinado de Salud, que incluya a instituciones públicas (incluyendo el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social IGSS), privadas y no gubernamentales, con el objeto de brindar atención básica en salud a toda la población y, sobre todo, a la de escasos recursos que durante años ha permanecido postergada.
Así mismo, el documento considera la participación de las municipalidades, comunidades y organizaciones sociales en la planificación, ejecución y fiscalización de la administración de los servicios y programas de salud, por medio de los sistemas locales de salud y los consejos de Desarrollo Urbano y Rural. Además, indica la necesidad de descentralizar las operaciones de los distintos niveles de atención, con el fin de asegurar la existencia de programas y servicios de salud comunales, regionales y nacionales.
Los Acuerdos de Paz abrieron finalmente un espacio para que la estrategia de vida comunitaria sea el fruto de una reflexión concertada, que deberá superar el trauma colectivo y la fuerte polarización aún muy presentes. No se debe de olvidar extender la cobertura de atención en salud y educación, en particular hacia las comunidades más remotas, situación que particularmente es criticada en todo el país.
La morbilidad y mortalidad de dos grupos etéreos vulnerables, siendo estos los niños(as), y las madres, han sido provocado por el aislamiento geográfico, falta de educación y economía, lo cual ha producido condiciones de explotación, postergación, situaciones precarias de salud y una educación de calidad. Pero sobre todo de políticas públicas en Salud y Educación que permitan a la población una vida digna.
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