La Universidad debe ser Autónoma, porque le debe a la Nación y a la sociedad entera, su construcción histórica, por lo que su filosofía, episteme, políticas, deben de responder a dónde va, cuál es su misión, visión, cuál es la búsqueda de la verdad a la que aspira y cuál es la verdad histórica a la que aspira responder. 

La violación a la autonomía universitaria es uno de los hechos más graves y atentatorios a la libertad más estimada e importante dentro de la sociedad, pue implica cercenar la libertad de pensar e impedir la búsqueda de la verdad por todos los medios académicos, frente a esos poderes temporales que osan desnaturalizar y comprometer su auténtica naturaleza.

El 06 de junio de 1944 los representantes estudiantiles de la Universidad de San Carlos de Guatemala miembros de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) expresaron ante el presidente provisional de la junta revolucionaria la importancia de la Autonomía Universitaria y la despolitización del gobierno universitario. 

La Junta Revolucionaria consiente de los grandes problemas educativos nacionales en sus diferentes niveles educativos y universitarios, decidió tomar una serie de medidas en el campo educativo a fin de dar cobertura y atención a las pésimas condiciones curriculares, de infraestructura y sobre todo dar respuesta a la demanda del estudiantado y catedráticos universitarios otorgando la tan anhelada Autonomía Universitaria. 

Luis Cardoza y Aragón escribió: “Este presidente filósofo en realidad ha abierto las ventanas de su patria, de un país que vivía herméticamente cerrado ajeno a su siglo y separado del mundo. Ahora llegan ráfagas de afuera, a la Universidad se le devolvió su autonomía y se le añadió la Facultad de Humanidades…”^[1] refiriéndose al gobierno de Juan José Arévalo Bermejo. 

Es entonces la “Autonomía” el verdadero espíritu de poder de la Universidad, el cual no debe comprometerse con las ambiciones del poder público y corporaciones empresariales, que ponen en peligro el futuro del estudiantado cuyas posibilidades económicas no le permite realizar estudios superiores, perdiendo principalmente su fuente de inspiración desarrollar la educación superior, promover la académica, investigación y extensión. 

La Universidad Autónoma de San Carlos de Guatemala. tienen un compromiso con la Nación. Porque además de cumplir con las funciones establecidas en la Constitución de la República de Guatemala, además de formar profesionales, tiene el deber irremplazable e irrenunciable de abrir nuevos caminos para la ciencia e integra conocimientos de los saberes originarios (invisibilizados) para una visión integral del Ser y de la historia.   “La Universidad debe ser autónoma para poder ser fiel a la formación para la vida”.

---