Para poder comprender la Política Curricular es necesario en principio definir cada uno de los términos que la componen. En primer lugar, el termino Política lo vamos a comprender como un curso de acción estable adoptado por el Estado y ejecutado por los gobiernos con el objeto de resolver una serie de problemas públicos relevantes a través de un proceso en el que participan diversos actores de la comunidad educativa, es necesario no olvidar que sobre la estructura económica de la sociedad, se levanta toda una superestructura en la que se encuadra la política como un reflejo generalizado y dialéctico de las relaciones de producción que se encuentran en el fondo de la organización social.
La política, aunque es una práctica social no deja de responder a los intereses de los estamentos sociales dominantes. Es necesario dejar claro que muchas generaciones hemos sufrido una despolitización, una reificación a través de la enseñanza, la familia, la sociedad y los medios de comunicación masiva que han arrastrado a oscuros temores la participación en la Política. Hoy en día dedicarse a la política es tan malo como prostituirse.
Las políticas actuales provienen del entorno social exógeno teniendo pertinencia sobre los elementos endógenos de la realidad social que ocurren drásticamente, generando la apariencia de grandes cambios, mientras que debajo de la superficie, la vida sigue sin grandes transformaciones. Cuando hablamos de política nos referimos a aquella actividad específica que se relaciona con la adquisición, la organización, la distribución y el ejercicio del poder ciudadano.
La política debe de asegurar la vida, en perfecta comunión de quienes conviven para desarrollar la solidaridad, libertad, identidad y reciprocidad, en el marco de procesos democráticos fin ineludible de la convivencia humana. Por lo que la política en el ámbito educativo debe propiciar en el estudiantado a aprender mejor, a los docentes a enseñar mejor y a las escuelas a operar mejor. El campo de la política no es exclusivo del proceso administrativo, se da en cada momento de la formación ciudadana.
En segundo lugar, el término curricular se sostiene a partir de una concepción de currículum entendido como síntesis de elementos culturales (conocimientos, valores, costumbres, creencias, hábitos) que conforman una propuesta político-educativa de lo que se van a enseñar y aprender en los centros educativos.
Es importante destacar que esta definición incluye los documentos curriculares (diseño, propuestas o materiales de desarrollo curricular) como la práctica concreta que se establece en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Es decir, no sólo lo que se establece en documentos sino lo que efectivamente se va a enseñar en forma explícita e implícita y lo que se aprenderá en el aula.
La administración educativa establece que el currículum es un elemento regulador de la enseñanza, por lo que emparenta de manera directa currículum y prescripción, sin embargo, se debe de recordar que antes de ser un elemento u objeto fácilmente manejable, es el resultado de un proceso complejo de construcción. El cual debe responder al contexto del estudiantado y en esencia a sus necesidades de profesionalización.
El currículum está determinado por una amplia gama de elementos o procesos: las interacciones en el aula, las experiencias personales de los participantes en las situaciones de enseñanza, las culturas, el ambiente, las prácticas escolares, la ordenación del sistema educativo, los mecanismos y oportunidades de participación, gestión y control, la elaboración y el concurso de los materiales didácticos, la investigaciones educativas, el papel de los expertos y la actividad de la instancias públicas. Por ello debemos preguntarnos si tenemos una verdadera política curricular.
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