La calidad de la enseñanza tiene su origen en la auto percepción del fracaso, lo que no se ha logrado realizar o alcanzar, tan gris y tan filosóficamente profunda que toma a la calidad de la enseñanza o enseñanza de calidad por una máquina de producir mercancías puestas a la venta, utiliza una ecuación de identidad entre la calidad en el ámbito de la cultura y la calidad en el ámbito de la estructura de clases que solo enseñanza y reciben los hombres o mujeres de calidad (etnocentrismo de clase) que legitiman la dominación social, ante la invisibilidad del resto del estudiantado que afrontan concepciones tradicionalistas-reaccionarias del Sistema Escolar como instrumento de selección de la élite que impone las competencias de forma metonimia.
Pues bien, la calidad de la enseñanza es una reacción antidemocrática al Sistema Escolar como a la sociedad en general, a quienes denigra, uniforma, masifica y considera mediocres, ante, lo excelente, mejor, lo eficiente, eficaz, competente dentro de los centros educativos de élite a donde no tiene acceso el grueso de la población o el ciudadano de a pie, a quien se le considera producto-mercancía-servicio (recurso, capital, cosa) siendo los objetos de producción y distribución en el libre juego de la demanda y la oferta cuyo valor y estándar está estrechamente relacionado con la calidad.
Es necesario cambiar el paradigma hegemónico de la calidad educativa impuesto por el modo clásico de innovación, por una enseñanza contextual, interactiva y ética, en los procesos educativos, cambiar personas no es lo mismo que cambiar cosas. El desarrollo del ser humano es un experimento social día con día, para empezar, pero sin fecha para concluir, es la formación del nuevo ciudadano o ciudadana que se convierten en talento humano que permite construir el único camino hacia su autonomía social, política, económica y cultural.
Es necesario recordar que una buena educación de calidad social es aquella que diferencia, realza, distingue y legitima lo que aprenden el estudiantado plasmando efectivamente la igualdad, justicia e integralidad de las dimensiones, aspectos y elementos de los procesos de enseñanza que promuevan el desarrollo social, político, cultural y económico, Fernández (2008) tres son los aspectos o dimensiones que se deben de considerar para la calidad de enseñanza: la dimensión político administrativa, dimensión organizativa y de gestión institucional y dimensión pedagógica del estudiantado.
0 comentarios