Desde hace décadas que se venía manifestando algunos cambios en el comportamiento de la humanidad y en el mundo, cambios que marcaron el ritmo de vida, después de varias décadas donde se puso en juego inclusive la destrucción del planeta, sucesos que marcaron el crecimiento demográfico de la humanidad, las políticas de la corriente neoliberal por medio de la economía de mercado, se hizo creer que era la solución para los países subdesarrollados, pero después de décadas y cambio de siglo todo sigue igual, los países pobres siguen siendo dependientes de los países altamente desarrollados, la producción sigue siendo dependiente del sector primario, aquella que no sufre una transformación, sino se exporta como materia prima, sin valor agregado.
Hemos visto países que tienen menos años de vida independiente pero los cambios en su estructura productiva y de la tenencia de la tierra han superado a los que se estancaron en la producción agrícola con poco desarrollo, donde todo lo importan, la economía de Guatemala entre sus males fue aprovechar la mano de obra gratuita en la agricultura aquella que marco la familia de Manuel María Herrera en 1849, fue ministro de hacienda y economía, fomento la mano de obra gratuita de las comunidades indígenas en todas las fincas, según el libro de “La economía atrapada” del Dr. Alberto Fuentes Knight, de reciente publicación, cómo las élites de poder atan y desatan la economía.
Son familias poderosas que tienen secuestrada la actividad económica del país, que no permiten su desarrollo, cuando se quiso cambiar la sustitución de importaciones por el mercado interno para darle paso a la industrialización, lo rechazaron porque la agricultura no tienen valor agregado, por eso esta estancada, no aceptan los cambios de época, pasaron conflictos bélicos mundiales, un conflicto armado interno que duro casi cuatro décadas en el siglo pasado y todo siguió igual, vino la pandemia o Sars-cov-2, que dejo más de 17,500 muertes y miles de contagios y todo sigue igual, la pobreza ha aumentado por la misma situación de la pandemia, el gobierno dio alguna ayuda pero no llego a los que realmente la necesitaban y otros se enriquecieron con la pandemia.
Por el lado del sistema educativo nada ha cambiado, no se tiene un plan estratégico sobre cuál es el futuro de la educación, desde la primaria hasta la educación superior, seguirá el mismo sistema, en la educación diversificada siguen con carreras que fracasan cuando llegan a la USAC, porque no ganan el derecho de admisión y se van a las universidades privadas y estas universidades seguirán impartiendo las mismas carreras que dan en la USAC, mientras el presupuesto de la universidad nacional cada año tienen déficit para pagarle a los profesores y siguen contratando profesionales sin presupuesto, existe hacinamiento en carreras muy tradicionales, hay aulas con más de 160 estudiantes y el sistema de la presencialidad ya es una amenaza para la formación profesional, no se tienen planes para enfrentar y solucionar el problema del hacinamiento.
Estamos en un cambio de época, donde se tiene que planificar cuál debe ser ese cambio, para eso se tuvo dos años para crear estrategias de cómo formar a los profesionales del futuro, no para seguir en lo mismo, cómo queremos que sea este país dentro de los próximos diez o veinte años, muchos profesionales se gradúan y siguen desempleados, cuál debe ser la nueva dinámica, la USAC tienen en sus manos los cambios que requiere el país, por eso se deben planificar estrategias para que no exista un desarrollo desigual, que el gobierno le asigne el aporte constitucional para ese objetivo.
0 comentarios